El Papa ha demandado el fin de la violencia entre israelíes y palestinos, porque con las armas "se destruye toda esperanza", al tiempo que ha vuelto a vuelto pedir la paz para la "martirizada Ucrania".

"En los últimos días hemos asistido de nuevo a enfrentamientos armados entre israelíes y palestinos, en los que han perdido la vida personas inocentes, entre ellas mujeres y niños", ha asegurado el pontífice durante el rezo del Regina Coeli, asomado a la ventana de su estudio privado en el Palacio Apóstolico.

El llamamiento a la paz del Papa se enmarca en un aumento de la escalada de violencia en Oriente Medio que ha dejado 33 muertos en la Franja de Gaza y dos en Israel. En este momento, Israel y Palestina han acordado un alto el fuego.

"Espero que la tregua que se acaba de alcanzar se estabilice, que las armas callen, porque con las armas nunca se conseguirá la seguridad y la estabilidad, sino que, por el contrario, se seguirá destruyendo incluso cualquier esperanza de paz...", ha señalado Francisco.

El Papa ha recordado que este domingo en muchas partes del mundo se celebra el Día de la Madre y ha reiterado su llamamiento al fin de la guerra en Ucrania. "Nos dirigimos a Ella, pidiéndole que alivie el sufrimiento de la atormentada Ucrania y de todas las naciones heridas por la guerra y la violencia", ha dicho dirigiéndose a la Virgen.

Finalmente, el Papa ha instado a Caritas Internationalis a avanzar "con valentía por el camino de las reformas". La organización eligió este sábado como presidente al arzobispo de Tokio (Japón), Tarcisius Isao Kikuchi, tras el despido en bloque de toda la cúpula directiva como consecuencia de una investigación interna que sacó a la luz problemas de mala administración y abusos de poder en el ámbito de la gestión del personal.