Desde un inicio Osasuna quiso imponer su criterio, intentando mover la pelota para que el Athletic no gozase de su habitual juego directo. La presión en campo rival de los locales dificultó la posesión navarra, que veía cómo los bilbaínos apostaban por colgar balones al área cada vez que recuperaban la iniciativa. Moncayola en el lateral derecho y Aridane contaron con bastante trabajo desde el principio. En ataque Kike García y también Moncayola fueron los primeros osasunistas en pisar área rival, pero sin acierto entre palos.

El ambiente en San Mamés era tremendo y cada balón se jaleaba con máxima emoción. Con el paso de los minutos fue bajando la intensidad del partido, aunque se mantenía la competitividad. Osasuna se mostraba ordenado, dificultando el ataque posicional del Athletic. La zaga pamplonesa achicaba balones y así se cumplía la primera media hora de partido. Dos minutos después un cabezazo de De Marcos acabó en córner y en esa acción a balón parado se produjo el 1-0 del Athletic. Iñaki Wiliams remató dentro del área pequeña una peinada en el primer palo, haciendo imposible la reacción de Sergio Herrera.

Igualada la eliminatoria Osasuna ya no tenía el colchón del partido de ida. Kike García pisó área y dispuso de un fuerte remate al primer palo que despejó el portero. En el rechazo del balón el delantero rojillo reclamó penalti. Tampoco a Rubén García le alcanzó para cabecear segundos después. El partido volvía a ganar ritmo y en un balón largo a la espalda osasunista, Iñaki Wilians disparó a gol, aunque en claro fuera de juego. Ese tanto no subió al marcador. Así se llegaba al descanso.

Pablo Ibáñez mete a Osasuna en la final de Copa del Rey

El inicio de la segunda mitad no trajo consigo buenas sensaciones en Osasuna, que apenas lograba conectar con su gente de ataque. El hecho de no finalizar jugada le daba al Athletic la oportunidad de contragolpear e intentar generar superioridades en campo osasunista. Tan solo un centro de Abde que no alcanzó Rubén García fue lo más inquietante de los visitantes en ese reinicio de partido. Por su parte el equipo de Bilbao acumulaba hasta diez saques de esquina por ninguno de Osasuna, cumplida la hora de juego. 

Arrasate decidía entonces mover el banquillo, dando entrada a Kike Barja y Darko Brasanac en sustitución de Abde y Rubén García. Osasuna necesitaba ganar presencia en campo rival y profundizar con balón. Pero quien sí profundizó fue nuevamente Iñaki Wilians, que buscó en el palo contrario a su hermano Niko. Este llegando desde atrás en carrera envió el balón por encima del larguero para fortuna de los rojillos. Después era Sergio Herrera el que salvó a los suyos con un gran bloqueo a remate de Íñigo Martínez en el segundo palo.

Alcanzado el minuto 82 Moi Gómez fue sustituído por Manu Sánchez, pasando Osasuna a jugar con tres centrales y dos carriles. Manu era uno de ellos y logró profundizar hasta línea de fondo para centrar con Kike García que no pudo cabecear en condiciones. Antes, el ariete rojillo quiso sorprender al meta tras una pérdida de la defensa. Respondería el Athletic con una nueva llegada. El recién incorporado Raúl García conectó un balón dentro del área y su potente chut lo despejó Herrera. El balón le quedó a Niko Wiliams y éste lo mandó a las nubes. También clara, aunque no tanto, fue una posterior ocasión de Kike Barja. El navarro ganó una pared dentro del área y su remate al primer palo lo atajó el portero.

Nos vamos a la prórroga - Foto: Luis Tejido

Tres minutos hubo de prolongación, en un partido que parecía romperse por el desgaste osasunista en labores defensivas. Se veía al equipo al límite, también por la necesidad de los locales, que no daban un balón por perdido. Sin tiempo para más ambos equipos se fueron a la prórroga.

Prórroga sin gasolina

Por delante había 30 minutos de partido para decidir la eliminatoria. Arrasate veía a los suyos justos de gasolina y por ello introdujo al Chimy Ávila, que apenas había salido de la enfermería 24 horas antes. Reanudado el partido era Aimar Oroz el que dejaba el terreno de juego para la entrada de Pablo Ibáñez. Osasuna intentaría estirarse y Kike Barja dispuso de un lanzamiento alto que quedó invalidado por mano en el control previo del navarro. El Athletic por su parte había dado entrada a más jugadores de ataque, como Álex Berenguer. Su velocidad a la espalda de una defensa agotada era mucho peligro.

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En la segunda parte de la prórroga el Athletic lo siguió intentando a base de colgar balones que la zaga pamplonesa lograba despejar una y otra vez. Los l'eones' asumían riesgos, no querían llegar a los penaltis, donde Sergio Herrera ha demostrado ser vencedor. El reloj marcaba el minuto 115 de eliminatoria y en una recuperación de Moncayola, este quiso jugar con el Chimy, que tras un primer intento fallido logró pasar a Pablo Ibáñez. Entonces el canterano de Tajonar remató con el interior de su pie derecho y puso el esférico donde quiso, al fondo de la red. Un gol que suponía el 1-1 del partido y adelantar nuevamente a Osasuna en la eliminatoria (1-2). A partir de ahí San Mamés se apagó y los jugadores del Athletic lo intentaron con más corazón que cabeza. Finalmente el colegiado daba por finalizado el partido y comenzaba la fiesta en el verde, aunque no tardó en trasladarse a toda Navarra.