La declaración, presentada por el PSN, ha contado con el apoyado de todos los grupos salvo Podemos-Orain Bai que se ha abstenido al considerar, ha dicho Carlos Couso, que estos hechos podrían tener una autoría distinta a la que se apunta.
Los ataques tuvieron lugar en la noche del 9 al 10 de febrero, cuando en Aranguren y Yelz se destrozaron diez puestos de caza y cuatro torretas, y dos cabañas fueron saboteadas, actos que reivindicó el Frente de Liberación Animal, que además anunció que seguiría con sus acciones.
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Ya en enero la Federación Navarra de Caza había solicitado al Gobierno de Navarra y al Ejecutivo central que se involucren en la defensa de los cazadores, que desde hace tiempo sufren agresiones y vejaciones tanto dentro de la Comunidad Foral como a través de las redes sociales.