Hoy, 10 de julio de 2023, se cumplen diez años de uno de los encierros "más angustiosos de la historia de San Fermín". Así lo asegura José Manuel Somovilla, arenero que estaba trabajando en la plaza de toros cuando tuvo lugar el montón humano en la entrada del coso pamplonés al no haber apenas sitio y no encontrar ni corredores ni reses una vía de escape. 

Pasado el callejón del coso, se formó un gran tapón que se saldó con una veintena de heridos, la gran mayoría por traumatismos, aunque sin ninguna embestida grave a los corredores. "Podría haber sido una escabechina muchísimo peor", reconoce Somovilla. 

Los Fuente Ymbro "fueron muy nobles y se portaron muy bien", señala el arenero, que quiso hacer una comparación con el primer montón de la historia en 1978. En él, por el contrario, los toros sí que pasaron por encima de los corredores y terminaron con la vida de dos de ellos. A pesar de la rápida actuación que se llevó a cabo y de que, en 2013, las consecuencias no fueron tan trágicas, la tensión siguió siendo una de las claras protagonistas de ese instante. El riojano lo ha definido como "uno de los momentos más difíciles que he vivido", algo que el doblador Sergio Sánchez ha querido reforzar: "Fue el peor día de mi vida, fue muy complicado. Te sientes muy impotente porque sacas a una persona y ves caer a dos".

Tras el infortunio, se decidió intervenir en el tema y se pusieron en marcha medidas efectivas, como la construcción de una gatera vertical, para que no hubiera opción de que se repitiera una situación como la ocurrida en 2013. Asimismo, otras como el antideslizante, que también se ha implantado en las calles del recorrido para reducir el riesgo de las carreras, algo que hace que "cada vez se corra mejor", tal y como confirma Somovilla.