La tuberculosis es uno de los problemas crónicos de los ganaderos de vacuno en España, -sobre todo en ciertas zonas-, por lo que Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos afeó al Ministerio de Agricultura haber pasado de puntillas sobre este asunto en una reunión celebrada hace unos días con el Ministerio de Agricultura, dedicándole «diez minutos» en todo el año. La organización criticó que la ganadería viene sufriendo una mala gestión de esta enfermedad desde hace más de cuatro décadas y que se ha llevado por delante a más de un millón de reses sacrificadas con más del 90% negativas en prueba post mortem. Es decir, más de 900.000 cabezas de ganado han sido eliminadas sin necesidad.
En este sentido, la organización señaló que esta mala gestión es, en parte, debida a que se lleva a cabo de manera unilateral, sin tener en cuenta a los ganaderos en la elaboración de las políticas y el haber pasado por encima sobre este tema en una reunión de sanidad animal es una prueba de ello, remarcaron. Unión de Uniones le trasladó al departamento de Luis Planas que el Programa Nacional de Erradicación Tuberculosis Bovina es una sinrazón desde su imposición, pues está anclado en el inmovilismo, es totalmente obsoleto e ignora la realidad del campo actual; como consecuencia, los principales perjudicados son los ganaderos.
Por ello, la organización solicitó un cambio sustancial y urgente, entre otros aspectos, en lo referente a inmovilizaciones. «No tiene sentido inmovilizar la explotación si a ella acuden a diario decenas de ejemplares de fauna salvaje con prevalencias del 30% sin que la Administración haga nada», denunció Alfredo Berrocal, responsable de sectores ganaderos de Unión de Uniones. Berrocal instó a dar un cambio de rumbo a esta situación que estaría dejando en situación de indefensión a los ganaderos. La organización insistió en mayor transparencia y coherencia por parte del Ministerio y le pide un compromiso real con esta problemática, el cual se demuestra trabajando codo con codo con el sector, que es quien conoce realmente lo que está pasando. «El virus lo transmiten unas 50 especies que conviven entre sí. Hay que atajar el problema de raíz», concluyó Berrocal
Grupos de trabajo.
La organización advirtió de que éste no es solo un problema de las zonas con altas prevalencias, sino también de zonas libres, como Asturias o Cataluña este año, con ganaderías que se enfrentan a vaciados sanitarios. Por ello propuso la creación de grupos de trabajo que aborden un chequeo integral del programa de erradicación para identificar problemáticas específicas y puntos de mejora y que, además de las consideraciones sanitarias, tengan en cuenta los aspectos económicos, productivos y sociales que provocarían.
Unión de Uniones cree que estos grupos podrían responder a la diversidad de la situación en distintos territorios españoles respecto al programa. En este sentido, desde ese foro, se deberían abordar cuestiones como los vaciados sanitarios, problemáticas en torno a la inmovilización de las explotaciones, apoyo a la bioseguridad, tratamiento del ganado caprino en la gestión de la enfermedad, explorar la posibilidad de nuevos métodos de detección, indemnizaciones y fiscalidad.
El sector del vacuno de carne alerta de pérdidas de empleo por el acuerdo UE-Mercosur.
Un estudio de la Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne (Asoprovac) alerta de que la aplicación del acuerdo de la Unión Europea (UE) con el bloque de Mercosur en sus condiciones actuales supondría la pérdida de 12.900 puestos de trabajo en el sector español de vacuno de carne en los cinco años posteriores a su entrada en vigor. También concluye que propiciaría la reducción de un 20% de la facturación por la producción de carne de vacuno española -unos 992 millones de euros anuales- en un sector que en 2024 produjo 713.590 toneladas por valor de 6.641 millones de euros, a los que se suman otros 262 millones de euros por la exportación de animales vivos.
La gerente de Asoprovac, Matilde Moro, ha mostrado la «gran preocupación del sector por el acuerdo», a la vez que ha indicado que el estudio pone de manifiesto que hay «un sobrecoste del 30% en la producción por tonelada de carne de vacuno en la UE respecto a la de los países del Mercosur», que crían a sus animales en otras condiciones. «Las promesas comunitarias de imponer cláusulas espejo van a ser de difícil cumplimiento», sobre todo, por las exigencias de algunas de las normativas higiénico-sanitarias europeas para el sector de carne de vacuno «que no tienen base científica, por lo que serán difícilmente imponibles».
Sobre la pérdida de empleo, ha resaltado que afectará a las explotaciones «ligadas a las dehesas, en la denominada España vaciada», y que los datos, si se extrapolan al conjunto de la UE, arrojan la pérdida de unos 107.000 puestos de trabajo. A su juicio, el sector del vacuno de carne debe trabajar con la administración española y comunitaria para tratar de «simplificar y flexibilizar» el marco legislativo «que lastra a la producción europea» en materia de alimentación animal, «que en el caso de España es el que más sobrecoste generan sobre la producción de vacuno».