Con el corazón en un puño. Así están Nataliya Polishchuk y Mariya Vons, dos ucranianas residentes en Navarra que siguen viviendo con la misma intensidad e incertidumbre que hace un año la guerra de Ucrania y Rusia. "Vemos la guerra como la vemos en las películas pero es mucho más duro", dicen. Se pusieron en marcha para ayudar a su país natal porque, insisten, "la gente ha perdido sus casas y no funciona nada a nivel industrial".
Explican el por qué después de un año de conflicto Ucrania no baja la guardia frente a Rusia: "El ruso nos tiene como enemigos, pero detrás de su espalda no tiene realmente a nadie y nosotros tenemos a rusos como enemigos y en nuestras espaldas a nuestros hijos".
Reflexionan sobre la guerra: "Hay que hablar para no cometer los mismos fallos en el futuro". Pese al diluvio emocional que supone la guerra, Mariya y Nataliya miran al frente sin perder nunca la esperanza.
Nataliya Polishchuk y Mariya Vons - Foto: NATV