Primero fue Pedrito, luego Don Pedro, más tarde se fue, llegó otro Pedri, también canario, y nos olvidamos del muchacho. Pero la semana pasada nos lo encontramos de forma inesperada, como a ese viejo compañero de clase en la sección de congelados del supermercado: «¡No sabía que estuvieses por aquí!». En la Lazio, concretamente. Se lo pidió Mourinho para la Roma y al año siguiente ya estaba en el vestuario del gran rival. De sopetón, haciéndole un gol al AZ Alkmaar, nos enteramos de que nuestro olvidado Pedrito, un respetable cazagoles de 35 años, es el primer jugador de la historia que anota en todas las competiciones UEFA: Champions, Supercopa, Europa League y Conference League, de reciente creación y a la que pertenece este duelo.
Esa noche, la página oficial de la UEFA le llamó «leyenda». ¿Exagerado? Hay muchos 'Pedros' a los que hemos negado tratamientos de usted, de mitos o de leyendas, que a otros hemos colgado con más sencillez. En España, un país habitualmente roto entre colores, nos cuesta horrores reconocérselo a quienes sí lo merecen porque vistieron una u otra camiseta. Da igual, en el caso concreto de Pedro, que fuese uno de los 23 héroes que trajeron el Mundial 2010 a España. O que haya sido un coleccionista de récords como pocos en la historia de nuestro fútbol.
Su historia empieza a escribirse hace 15 años, cuando Pep Guardiola mete la mano hasta el fondo del cajón de la cantera para sacarse de la chistera a dos muchachos, Busquets y Pedrito, que cambiaron el destino del club a su manera. A Busquets le hemos visto crecer. Dominar su parcela como pocos en la historia del fútbol moderno. Pero el canario, a pesar de jugar muchos minutos y partidos, de ser uno de los delanteros con más minutos en el período 2008-2015, siempre tuvo la consideración de «delantero superlativo a la sombra de otros aún más superlativos»: Henry, Messi, Eto'o, Ibrahimovic, Neymar, Suárez…
La salida
El tinerfeño no terminó de encajar en esa percepción de 'segundón'. A pesar de todos los títulos (más de una veintena en apenas ocho temporadas de azulgrana), a pesar de haber sido pieza fundamental en dos tripletes, la sombra de la 'MSN' era tan densa y oscura que intentó ser cabeza de ratón en otro lado. El Chelsea pagó 30 millones al Barça y Pedrito terminó en Stamford Bridge… pero ni en Londres ni en Roma encontró lo que buscaba. Apenas 43 goles en 206 partidos en Londres, solo 22 en 115 encuentros entre la Roma y la Lazio.
Y a pesar de que sus promedios anotadores no son los de una leyenda, ni los de la estrella que él quiso ser, por algo su recuerdo -y aún su presente- es el del «hombre de los récords», como titulaba el diario Sport esta misma semana, uniendo su tanto en la Conference League con aquel hito inigualable: marcó en todas y cada una de las competiciones del 'sextete' logrado por el Barcelona: 12 en Liga, cuatro en Copa, siete en Champions, abrió la cuenta en San Mamés en la Supercopa de España, le hizo el 1-0 del triunfo al Shakhtar Dontetsk en la Supercopa de Europa y en el Mundialito marcó en semifinales y en la final ante Estudiantes.
Esa marca se une, por ejemplo, a que es de momento el único futbolista de la historia que ha marcado en una final de Liga de Campeones (en 2012, en Roma ante el United) y en otra de la Liga Europa (en 2019, con el Chelsea ante el Arsenal). La Lazio deberá remontar el 1-2 que encajó ante el AZ Alkmaar para avanzar hacia cuartos… porque si alcanza la final, sabe que hay un canario con el dorsal '9' que tiene 'duende' para estas cosas.