El Ayuntamiento de Pamplona se ha concentrado a las 12 horas en la Plaza Consistorial y ha guardado un minuto de silencio por las víctimas del terremoto de Marruecos que tuvo lugar el pasado viernes.
Además, la Junta de Portavoces aprobó ayer domingo una declaración institucional en la que el Consistorio manifiesta su "condolencia y solidaridad con el pueblo de Marruecos afectado por la catástrofe", y "lamenta profundamente la pérdida de vidas humanas, así como el elevado número de personas heridas, desaparecidas y los daños producidos". Asimismo, con esta declaración se quiere enviar a la comunidad marroquí en Navarra, y particularmente, a las personas que residen en Pamplona, "todo su apoyo y cariño en estos difíciles momentos".
Según se recoge en el texto, con el objetivo de "tratar de implicarse y ayudar a las personas afectadas", el Ayuntamiento de Pamplona se compromete a colaborar "en la medida de sus posibilidades" en actuaciones de reconstrucción y rehabilitación en las zonas afectadas a lo largo de este año 2023 y de los próximos años.
Para ello, en las próximas convocatorias de subvenciones del Programa Municipal de Cooperación al Desarrollo tendrán atención preferente proyectos de reconstrucción a realizar en la zona devastada, así como para la ayuda y colaboración con bienes y servicios básicos para las personas damnificadas por el terremoto.
En el texto se recoge también que el Ayuntamiento de Pamplona quiere reconocer expresamente la labor de cuantas personas, entidades, instituciones públicas o privadas, nacionales e internacionales, se están volcando en la urgente asistencia a las zonas afectada.
Según han señalado desde el Consistorio en una nota de prensa, el pasado viernes, un terremoto de magnitud 6,8 en la escala Richter, con multitud de réplicas, sacudió Marruecos, "causando grandes pérdidas humanas y económicas". Por el momento, "se contabilizan más de 2.100 personas fallecidas, más de 2.400 heridos y un número aún mayor de personas afectadas y desplazadas". Estas cifras "convierten este terremoto en el más mortífero en seis décadas que ha sufrido el país vecino".