Dos navarros en Marrakech: "El suelo no dejaba de temblar"

Navarra Televisión
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Ana Gutiérrez y Riki López, de San Adrián, acaban de regresar de hacer cima en el Toubkal. Vivieron el terremoto en su hotel ubicado en el centro de Marrakech y cuentan a Navarra TV cómo lo que parecía una eternidad no duró más de 15 segundos.

Ana Gutiérrez y Riki López, de San Adrián, aterrizaban hace unas horas en su hogar después de haber pasado unos días en Marrakech, lo que no sabían era que en su equipaje de vuelta traerían "la peor experiencia de su vida".

Pasaron varios días por la cordillera del Atlas e hicieron cima en el Toubkal, el pico más alto de Marruecos y de toda África del Norte con 4.167 metros, disfrutaron de los rincones de Marrakech.

"NOS LEVANTAMOS A DESPEDIRNOS DE UNOS VASCOS Y EMPEZÓ A TEMBLAR TODO"

pareja navarrapareja navarra

Todo cambió el viernes de madrugada. A las 23:00 horas terminaron de cenar en la plaza Jemaa el Fna y se fueron a su hotel para descansar y preparar su vuelta, volaban al día siguiente por la mañana a Zaragoza. Fue en ese momento cuando Ana y Riki se encontraron con unos vascos con los que habían estado en el Toubkal: "Nos despedimos de ellos y cuando se levantaron para darnos dos besos empezó a temblar el suelo, fue progresivo, de menos a más", cuenta Ana a Navarra Televisión.

"Empezamos a agarrarnos a las columnas del hotel, primero me refugié debajo de una mesa, pero me di cuenta que no era la mejor opción y me puse bajo una columna, nos tapamos las cabezas, parecía que se nos caía el hotel encima, fueron como 15 o 20 segundos súper fuertes y cuando parecía que paró un poco empezamos a correr por el hotel e intentamos salir a la calle". En ese momento, la pareja navarra pensó en volver a su habitación para coger un teléfono móvil y el pasaporte, y así lo hicieron. Tres minutos les costó coger una mochila con lo imprescindible y salir a la calle. Mientras, Ana cuenta cómo su pareja intentaba tranquilizar a la gente, a las personas mayores que estaban alojados en el mismo hotel que ellos.

"Lo único que pensábamos era que no hubiera muertos, no podíamos quitarnos de la cabeza los pueblos por los que habíamos pasado hace escasas horas, no dejábamos de pensar cómo estarían todos esos poblados", recuerda Ana emocionada. "Llamamos a casa para decirles que estábamos bien, no se habían enterado de nada todavía". Sin saber qué hacer, la pareja se sentó frente al hotel para "tratar de analizar lo que pasaba". "El suelo todavía se movía, nos arropamos entre todos los que estábamos allí". En un primer momento pensaron que se trataba de un atentado, "nadie pensaba que hubiera sido un terremoto". 

8 KILÓMETROS AL AEROPUERTO

8 kilómetros separaban a Ana y Riki del aeropuerto de donde cogían el vuelo a la mañana siguiente con destino Zaragoza. Al ver el panorama, decidieron tratar de llegar hasta allí a pie para saber si podrían volar o no. "Estábamos a una hora y media y después de haber subido el Toubkal no nos lo pensamos", dice Ana. En la carretera se encontraron con un taxi que terminó llevándoles hasta el aeropuerto, lo compartieron con una pareja de Málaga que acababa de llegar a Marrakech. "Vivieron el terremoto dentro del autobús que les llevaba del aeropuerto al hotel, un hotel que encontraron derrumbado, la mujer entró en shock y solo quería volver a casa", cuenta Ana.

Cuando llegaron al aeropuerto lo encontraron cerrado. "Nos quedamos fuera a esperar noticias y a las 4 de la madrugada abrieron, miles de personas entraron agolpadas". Ana y Riki lograron subirse a su avión con normalidad, solamente podían pensar en que en unas horas "íbamos a poder estar en casa". Al llegar, cuando la madre de Ana les enseñó imágenes del terremoto no se lo podían creer: "Nos echamos las manoas a la caneza, hasta que no llegas a casa no te das cuenta de lo que está pasando más lejos de donde estás tú, y eso que nosotros estábamos en lo más turístico".