Dos años en prisión y casi uno a la espera de que la Justicia resuelva el recurso que presentó contra su sentencia. Ese es el tiempo que lleva ya en la carcel el español Daniel Sancho, condenado a cadena perpetua por el asesinato del colombiano Edwin Arrieta, tras su detención en Tailandia, el 5 de agosto de 2023. Su arresto se produjo después de confesar el asesinato y descuartizamiento dos días antes del cirujano plástico en una habitación de hotel de la isla de Phangan, donde los dos amigos habían quedado para pasar unos días de vacaciones.
El hijo del actor español Rodolfo Sancho y la analista de inversiones Silvia Bronchalo, de 31 años, fue condenado a cadena perpetua en primera instancia por un tribunal tailandés el 29 de agosto de 2024 y desde entonces está recluido en la prisión de máxima seguridad de Surat Thani, en el sur del país asiático.
La defensa de Sancho, que recurrió el fallo, sostiene que la muerte de Arrieta se debió a un accidente fruto de una pelea, en la que el condenado actuó en defensa propia, por lo que rechaza el castigo por asesinato premeditado.
«Tengo esperanzas de que se haga justicia, de que se llegue a la verdad. Que no solo se me juzgue por las apariencias, como pasó en primera sentencia», asegura el chef español desde Surat Thani.
Los representantes en España de la familia de Arrieta mantienen que «no hay ninguna prueba que avale la inocencia de Sancho» y que dos años después del crimen la familia está viviendo momentos «muy difíciles», dado que «siguen sin poder descansar en paz».
Sin fecha
Al mediático proceso todavía le quedan la resolución de varios recursos, lo que se podría alargar más de un año. Y es que, en Tailandia no hay un tiempo establecido en estos casos para pronunciarse. «Nadie nos ha hablado de plazos concretos, pero para nosotros sería bueno que lo vieran lo antes posible. Ojalá a finales de este año o principios del siguiente como mucho», apunta el criminólogo Ramón Chippirrás, que forma parte del equipo de defensa de Sancho en España.
Los representantes de la familia de la víctima, que se personaron en el juicio contra el chef como coacusación junto a la Fiscalía, presentaron por su parte un recurso a la sentencia el 29 de noviembre de 2024, en el que solicitaron que se aumentara la indemnización impuesta y se subiera el castigo de cadena perpetúa a pena de muerte para el joven.
El asesinato premeditado conlleva la pena de muerte en Tailandia, según su Código Penal del país asiático, pero el juez señaló que la confesión inicial del acusado ante la Policía sirvió para rebajar la condena a cadena perpetua.
Por su parte, la Fiscalía confirmó el pasado viernes que no había interpuesto ningún recurso contra el fallo del tribunal de Samui, lo que implica que acepta la sentencia.
Los abogados de la familia de Arrieta presentaron una contestación al recurso de la defensa de Sancho y aseguraron que la intención de la apelación es «generar una duda inexistente» en el proceso y que «quedó acreditada la premeditación» en el asesinato.
Las partes podrán, de igual modo, recurrir el fallo del Tribunal de Apelación al Tribunal Supremo, lo que alargaría el proceso hasta un año más.