Osasuna encajó una derrota importante ante un rival directo por Europa como el Rayo Vallecano el día en que Moi Gómez marcó su segundo gol en liga 17 jornadas después de estrenarse como rojillo.

Los de Jagoba Arrasate se complicaron la vida con dos goles muy seguidos al final de la primera parte. Tocaba reaccionar para obrar el milagro y el técnico de Berriatúa decidió meter al mediocentro procedente del Villarreal en la parcela central del terreno de juego para ganar la posesión de balón e iniciar jugadas de peligro.

Entró en el 57 y en el 66 hizo gala de su gran calidad con un pontente zurdazo. Limpió la escuadra derecha del macedonio Dimitrievski. El '16' recibió un pase de Aimar Oroz en tres cuartos de cancha y levantó la cabeza para irse acercando al área. Cuando creyó oportuno, cargó el cañón y soltó toda su rabia en el esférico. El golazo estaba servido.

Osasuna lo intentó, pero no pudo convertir las ocasiones en lo que hubiera sido un valioso empate. Los de Tajonar cayeron tras la gran semana pasada con el pase a la final de la Copa del Rey y la remontada ante el Elche para volver a ser mortales.

Gómez hizo su segundo tanto en Pamplona. El primero de ellos fue el 30 de octubre ante el Valladolid en El Sadar. Tras unas jornadas algo desaparecido, el de Rojales espera que este destello le sirva para volver a ser un hombre de referencia dentro del verde.

Lamentó en los micrófonos de DAZN la derrota cedida: "Sabíamos que iba a ser muy difícil, pero ganar era importante para dar un paso más. Nos vamos jodidos porque queríamos la victoria, pero toca recuperarse y mirar al futuro".

"Sabíamos lo que es este campo, dónde ellos juegan muy bien, pero veníamos mentalizados para hacer un buen partido y al final se ha decidido por detalles. Era un partido vital, tuvimos nuestras opciones, pero no se pudo dar", concluyó.