Osasuna sumó tres valiosos puntos en su visita al Valencia. Un gol de Aimar Oroz puso en ventaja a los de Pamplona, que ya en la segunda mitad y cuando más apretaba el equipo local, encajaron el empate. Parecía más cerca la victoria valencianista, pero Nacho Vidal en la prolongación acabó haciendo el 1-2 para los rojillos. Tres puntos que le dan el segundo triunfo en liga tras tres jornadas disputadas y que le permiten coger moral para la vuelta de Conference League en Bélgica de este próximo jueves.

Fuel el Valencia quien más dominador saltó al terreno de juego, ante un Osasuna con hasta ocho cambios en el once con respecto al partido del jueves ante el Brujas. Arrasate optó por dar refresco a los suyos ante un equipo ché que cuenta por victorias las dos jornadas de liga disputadas hasta el momento. Los locales jugaban con velocidad y verticalidad, pero no contaban con la profundidad necesaria como para finalizar en portería. Hugo Duro era el jugador con mayor presencia en campo rival y fue en dos acciones a la espalda de la defensa, ambas por errores navarros, las ocasiones más claras del Valencia. En ambas Sergio Herrera estuvo atento y logró despejar el balón.

Por parte de los rojillos, a pesar de que les costaba enlazar jugadas, la presión en campo rival les acabó dando buenas noticias. Fue en el minuto 21 cuando Pablo Ibáñez ganó un balón dividido en campo rival y consiguió pisar área. En ese momento fue derribado por detrás cuando se disponía a rematar. El VAR entró de oficio y el colegiado decretó la pena máxima para los de Pamplona. Aimar Oroz anotaba el 0-1 en el minuto 23 tras engañar al portero. A partir de ahí el Valencia se volcó todavía más sobre el marco osasunista, pero cada centro o balón al área no encontraba rematador, si no era David García o Catena quienes se imponían. Precisamente, el ex del Rayo Vallecano gozó de un remate de cabeza al segundo palo en un saque de falta, cuyo remate se marchó por encima del larguero. También José Arnaiz dispuso de una acción en la frontal del área, pero su remate acabó siendo repelido por un defensor. Un centro chut del Valencia, que a punto estubo de sorprender a Herrera, fue lo último para los locales antes del descanso.

- Foto: Ana Escobar EFE

Al paso por vestuarios Kike Barja se quedó en el banquillo y fue el ex del Valencia, Nacho Vidal, quien ocupó su lugar en la banda, con Jesús Areso por detrás. El Valencia continuó voluntarioso, como todo el partido, pero en las disputas continuas con los rojillos no lograban ver portería. Osasuna se sentía cómodo e intentaba la sentencia con rápidas transiciones. Pablo Ibáñez, Iker Muñoz y Aimar Oroz le daban equilibrio al equipo de Pamplona, que no bajaba la intensidad en ninguna acción. Jesús Areso y Juan Cruz se veían exigidos, pero siempre atentos en cada acción al corte y decididos en ataque. David García e Catena se imponían por arriba. Quizás faltaba algo más de presencia en campo rival, con un debutante Raúl García que pasaba desapercibido.

Superada la hora de partido (min 66) Jagoba Arrasate hizo un doble cambio. Aimar Oroz y Anaiz dejaron su sitio por Moncayola y Mojica. Hacía minutos que el ataque valencianista se había intesificado y Osasuna necesitaba algo de energía. Aun así, Hugo Duro rozó el empate minutos después tras un disparo lejano que despejó Sergio Herrera y que el rechazo le favoreció al atacante del Valencia, que mandó el balón alto.

Raúl García fue sustituido por Ante Budimir a quince minutos del final y Jesús Areso lo hizo instantes después. Su sitio lo ocupó Rubén Peña. Pese a los cambios de refresco el Valencia continuó insistiendo, ante un Osasuna que aguantaba pero al que le faltaba tener balón. Así, tanto insistir el Valencia, en un nuevo centro al segundo palo lo acabó rematando Hugo Duro de cabeza. Ese esférico se coló en la portería de los pamploneses y aunque pidieron falta sobre David García, el empate acabó subiendo al marcador en el minuto 79 de partido.

Seguiría sufriendo Osasuna, que ya no tenía cambios para intentar buscar retener el balón. Ese gol le dio al Valencia todavía más energía y sólo había un equipo en el campo, con los rojillos totalmente sometidos. Sin embargo, y cosas del fútbol, ya en el tiempo de prolongación Nacho Vidal anotó el 1-2. Ese gol llegó al saque de un córner en el que tras cabecear Budimir, el balón quedó bombeado dentro del área y el ex del Valencia se sacó un remate acrobático con el que enmudeció a todo Mestalla.

Con ese gol el Valencia quedó noqueado y prácticamente no pasó nada más en los dos minutos restantes de partido, por lo que la victoria se marchó a tierras navarras.