Mayor Oreja: "ETA podría gobernar el País Vasco y Navarra"

J. Villahizán (SPC)
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El que fuera ministro del Interior con José María Aznar regresa de nuevo a la primera línea de la actualidad con un proyecto cultural y humanista que surgió hace dos años para reivindicar un mayor peso de la sociedad en el futuro del país

"Ojalá que los partidos que hoy defienden la alternativa lo consigan el 23-J"

Firme defensor de las esencias de la cultura occidental, guardián del humanismo cristiano y azote del terrorismo etarra. Jaime Mayor Oreja (San Sebastián, 1951), el que fuera político del Partido Popular hasta que se alejó del primer plano institucional en 2014, es el fundador e impulsor de la asociación Neos, una alternativa cultural que pretende movilizar a la ciudadanía para defender los valores clásicos de la sociedad.

Hoy se presenta en Valladolid después de hacerlo en otras ocho ciudades españolas Neos, una plataforma basada en el humanismo cristiano y creada hace dos años con el objetivo de dar voz a la ciudadanía, ¿qué desea trasladar a la sociedad? 

Neos es una brújula que advierte de la profunda crisis que vive la sociedad y también cada persona.

¿Cuál sería el diagnóstico de esa crisis profunda?

Ahora estamos en Occidente en una especie de final de etapa histórica, sin embargo, en España vivimos un tránsito singular, ya que el país ha estado determinado por la violencia de 50 años de terrorismo y ahora transitamos de una violencia determinante a una mentira. Ha sido el cambio para que un grupo terrorista dejara de matar, pero por el precio de cambiar la sociedad en su raíz.  

Puede ser más concreto.

Yo creo que no se entendió lo que sucedió en la España de 2004 de la mano de Rodríguez Zapatero. Fue a partir de ese momento cuando arranca un nuevo tránsito: unos dejan de matar y otros cambian la sociedad en su raíz y dan el poder a los terroristas. Solo viendo lo que ha pasado en las elecciones locales en el País Vasco y en Navarra te das cuenta de lo que significa. Los que presumen de haber terminado con el terrorismo no dicen que hoy está a punto de gobernar ETA en el País Vasco y Navarra. Es una sociedad por otra, es paz por poder para los terroristas. 

¿La solución pasaría por un cambio de Gobierno el 23 de julio?

Nosotros no estamos en la política partidaria. Ojalá los partidos que hoy defienden la alternativa lo consigan. Nosotros estamos en una batalla más de fondo, tomar conciencia que para que haya una auténtica alternativa política se tendrá que definir una alternativa cultural, en defensa de la vida, de la familia, de España y de la libertad de los padres a elegir la educación de sus hijos. 

¿Se puede hablar de culpables?

El silencio es culpable. Es decir, mirar para otro lado, no ir a la raíz de los problemas. Tenemos una falta de referencias permanentes y también una falta de su defensa.

¿Cuáles son esos pilares esenciales por los que debe transitar la sociedad española?

Hoy vivimos en términos de bienestar mucho mejor que hace 20 ó 30 años, pero al mismo tiempo hemos perdido referencias permanentes. El problema más incómodo actualmente es la inflación, los impuestos, el IPC, pero el más grave es lo que hacen algunos de sustituir, reemplazar y destruir una sociedad basada en fundamentos cristianos por una más grande en lo social.

Una de las causas principales es que hemos perdido el respeto a una dimensión religiosa. La fe no se impone, pero toda civilización tiene que tener un cierto sentido de la transcendencia. No podemos vivir como si Dios no existiera. No se puede hacer de manera sistemática todo lo contrario a lo que ha marcado una doctrina de muchas generaciones.

Neos se sustenta en los valores tradicionales clásicos de la sociedad occidental, como la vida, la familia, la libertad, la dignidad de la persona, España como nación y la Corona. ¿Hasta qué punto esos valores están amenazados?

Todos y cada uno de ellos. Todo lo que ha hecho este Gobierno en estos años, en la vida, la dignidad de la persona, en la familia, en la verdad, en la libertad de educación, en la patria potestad de los padres, lo que significa el concepto de nación de España, han sido unos esfuerzos para sustituir una sociedad sobre estos pilares fundamentales.

¿Por ejemplo?

Hoy tenemos la autodeterminación como un planteamiento alternativo a la nación, tenemos una diversidad familiar como si no hubiese solo un tipo de familia, tenemos un concepto de género frente al sexo, tenemos un conjunto de iniciativas que tratan de reemplazar y sustituir esos fundamentos. Claro que hay una amenaza, se trata de crear una sociedad y sustituir otra. 

Hay una serie de leyes, algunas aprobadas y otras en tramitación, como la de la eutanasia, aborto, familia, solo sí es sí, trans. ¿Qué suponen esas normas en esa evolución social de España que plantea?

Ellos quieren cambiar la sociedad desde la ley, otra cosa es que lo consigan, pero el objetivo es muy claro, aquellos que no defiendan esas posiciones están fuera de la ley. 

¿Cuál será entonces el debate del futuro?

El debate del presente parece que es el de una izquierda que defiende más sociedad y menos impuestos frente a otra izquierda que defiende menos sociedad y más impuestos. Pero el debate de fondo es entre aquellos que queremos defender unos fundamentos cristianos frente a los que no creen en nada y han hecho del relativismo su manera de estar. Ese es el debate del futuro y nosotros desde Neos queremos anticiparnos.

¿Cuál es la acción que debe tomar, en consecuencia, la sociedad?

Nuestra propuesta es que si la crisis está en la persona, la solución estará en la persona y solo un cambio de actitud de millones de españoles producirá esta transformación. Voy a poner un ejemplo, en el País Vasco no es que se haya adquirido una conciencia nacional vasca, no, es que una religión ha sustituido a otra. La fe ha sido sustituida por el nacionalismo, como expresión de ruptura. Igual que en Cataluña, el nacionalismo siempre es un puente que se cruza en una única dirección, no tiene doble sentido. Se pasa de sociedades tradiciones, conservadoras y religiosas, a otras que están en la izquierda, que no creen en nada y que rechazan el orden social y a España.