Pamplona se ha unido este domingo a la iniciativa mundial Biomaratón con una visita guiada y gratuita a los jardines de la Taconera. Una de sus peculiaridades es que, en sus fosos, hay un pequeño minizoo. Las personas que han participado en la visita han podido conocer los entresijos de este refugio.

Siguiendo la estela del pasado año en el que la propuesta municipal fue un paseo botánico gratuito por los jardines del Hospital Universitario de Navarra, en este caso el objetivo de la excursión era este céntrico parque con carácter de 'histórico' construido aprovechando el trazado de la muralla de la Edad Moderna.

Con esta propuesta, el consistorio, al igual que hacen estos días otras entidades e instituciones como la Universidad Pública de Navarra o el Museo de Ciencias de la Universidad de Navarra, se suma al esfuerzo de sensibilización ambiental vinculada a la biodiversidad y a la valoración del patrimonio natural de la ciudad, Biomaratón 2023.

Pamplona se suma al Biomaratón con una visita a la Taconera

Los Jardines de la Taconera, los más antiguos de Pamplona, son un espacio abierto con una superficie de 90.000 m2. Es un parque de inspiración versallesca que en 1678 se convirtió en parque municipal con un diseño exótico que data de 1830 y que alberga distintas especies de flores y árboles, senderos, bancos y fuentes. En su trazado, lleno de caminos, hay zonas verdes y parterres llenos de flores. El jardín es también un museo al aire libre con esculturas de distintas épocas y de valor histórico-artístico.

Entre los árboles de este parque destacan las hayas, los magnolios y los ginkgos biloba, además de una espectacular sófora japónica, un tejo en espiral y fresnos. En el paseo hay laureles, boj, acebos y una secuoya gigante de 40 metros de altura junto con tilos, catalpas, árboles de Júpiter y cedros. Entre las aves se hallan especies como el mirlo común, petirrojo, carbonero, agateador, reyezuelo listado, abubilla y el verdecillo. En el parque de la Taconera además hay instaladas cajas-refugio para atraer y proteger a cernícalos, autillos y pequeños pájaros como herrerillos y carboneros, así como cárteles y rótulos explicativos con vocación educativa sobre las especies presentes en el parque. El recorrido de la parte de arriba se completará conociendo su historia, esculturas y sus fuentes.

Los fosos del baluarte acogen un minizoo donde conviven ciervas y más de 300 especies de aves, entre ellas patos, cisnes, pavos reales, faisanes y ocas. La segunda parte del recorrido contará con el personal de estas instalaciones. Quienes participen en el recorrido, bajando por unas escaleras, podrán acceder a la poterna de la muralla; desde ahí, se accederá tanto a la parte ajardinada de los fosos, como a los estanques.