Al término del partido, una vez conseguida la clasificación para Europa al ganar por 2-1 al Girona CF, los jugadores y cuerpo técnico fueron saliendo del túnel de vestuarios uno a uno ante los aplausos y cánticos del graderío rojillo. Se pudieron vivir momentos de mucha emoción, como fue el caso de Jagoba Arrasate. El entrenador de Osasuna saltó al verde junto a sus tres hijos, el último nacido en tierras navarras. Todos los componentes del club lucían una camiseta conmemorativa de la clasificación.

También hubo jugadores como Budimir, que quisieron celebrar el logro deportivo junto a sus hijos, que pudieron pisar el verde de ElSadar.

Por último la primera plantilla dio una vuelta de honor al terreno de juego para despedirse poco a poco de los aficionados. La próxima vez les verán jugar en Europa y antes deberán afrontar la Supercopa en condición de subcampeones de la Copa del Rey. Se avecina una temporada ilusionante para Osasuna.