Llenar el carrito de la compra se está convirtiendo en una auténtica utopía en un momento en el que el precio de los alimentos parece no encontrar techo. Los ciudadanos llevan enfrentándose a esta cruda realidad durante meses y el final todavía se augura lejano y, cuanto menos, incierto. Ante este panorama, el Gobierno aprobó a finales de diciembre del pasado ejercicio la supresión del Impuesto del Valor Añadido (IVA) en todos los alimentos básicos de primera necesidad y la reducción de este tributo al 5% en determinados artículos, entre otros, el aceite.

No obstante, y a pesar de esta mejora para los bolsillos de los españoles, los supermercados advirtieron que los precios podrían incrementarse a lo largo del año, ya que no solo dependían de la rebaja fiscal, sino también de otros factores, que también habían repuntado sus tarifas, tales como la energía eléctrica, los carburantes, los transportes e, incluso, las propias materias primas para su elaboración. 

Todo ello se ha dado en el escenario actual, puesto que casi la mitad de los alimentos con el IVA rebajado se encareció el pasado mes septiembre respecto al precio que tenían a principios de 2023 tras aplicarse la normativa, según un estudio de seguimiento realizado recientemente por la asociación de consumidores Facua sobre más de 1.000 precios en ocho grandes cadenas de distribución. 

En concreto, el porcentaje en los que la organización detectó subidas fue aumentando progresivamente desde el primer mes de este año. Así, mientras que empezó con alzas en el 6,7%, en febrero ya ascendieron un 17,4%, en marzo el 30,8%, en abril el 42%, en mayo el 43,8%, en junio el 44,7%, en julio el 47,0%, en agosto el 48,4% y el pasado septiembre el 48,9%.

Respecto a los productos, de los 470 que componen la lista de los que fueron objeto de estudio, se detectó un encarecimiento mayor en las cifras de las etiquetas correspondientes a las frutas o las verduras, con el 29,7% del total, seguidas por el aceite de oliva (20%), mientras que 68 son arroces y pasta (el 14,4%). Por su parte, se localizaron 66 incrementos de tarifas entre las leches y lácteos (el 14%) y 43 entre las legumbres (un 9,1%). El medio centenar de precios restantes se correspondieron a los huevos, harinas y panes.

Multas

De esta forma y tras estos datos, Facua ampliará la denuncia que interpuso a mediados de septiembre ante el Ministerio de Consumo, una vez que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) manifestó que no tiene «ninguna autoridad» para sancionar estas prácticas, en contra de lo que anunció en diciembre de 2022 la vicepresidenta primera del Gobierno en funciones Nadia Calviño.

La organización precisó que Competencia dio respuesta a la asociación ocho meses después de que ésta presentase las primeras denuncias contra varias cadenas de supermercados en enero.

Así, solicitó ante Consumo que abra una investigación para determinar en qué productos y alimentos se han ejecutado incrementos en los márgenes de beneficio, algo expresamente prohibido en el artículo 72 del Real Decreto ley de diciembre de 2022 por el que se aprobó la rebaja fiscal.

De esta forma, de los 962 precios analizados, la organización detectó que en 470, lo que supone el 48,9%, el precio se ha encarecido con respecto al que tenían el pasado 30 de diciembre una vez aplicada la rebaja del IVA. Y la situación parece no llegar a su fin.