Robot Dreams lleva a Navarra a los Oscar

Jon Aristu - EFE
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La producción de animación, un reto a largo plazo pero sin limitaciones de un rodaje tradicional.

Lo que un rodaje con actores y actrices tardaría dos meses en grabarse, en una película de animación, la fase equivalente al rodaje, podría llegar al año y medio, pero al mismo tiempo no contaría con las limitaciones físicas que tiene un rodaje tradicional.

En las producciones de animación como la navarra 'Robot Dreams', que está nominada a mejor película de animación en los Óscar que se celebran este domingo en Los Ángeles, es clave la organización y el reparto del tiempo, según indica a EFE su jefa de producción Marta Busqueta.

'Robot Dreams' está escrita y dirigida por Pablo Berger, y ha sido producida por la navarra Lokiz Films y por Arcadia Motion Pictures. Basada en la novela gráfica homónima de Sara Varon, cuenta la historia de un perro que vive en Manhattan y que un día decide construir un robot para que sea su amigo.

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La realización de la película ha supuesto un total de 423 días de rodaje en la Comunidad Foral, además del montaje de un estudio en Pamplona, que acogió a unas sesenta personas entre diseñadores, animadores y producción. Este equipo es el que trabajó en la fase final de la película entre octubre de 2021 y febrero de 2022.

El resultado es una cinta que ha conseguido ya numerosos premios, entre los que destacan dos Goyas (mejor película de animación y mejor guion adaptado), dos premios Gaudí (mejor película de animación y mejor música original), un premio Annie (mejor película de animación) y un Premio del Cine Europeo como mejor película de animación.

La producción de animación paso a paso

La producción está formada por tres grandes etapas: preproducción, producción y postproducción. Esto es igual que en las películas de imagen real, pero los procesos internos son distintos. En 'Robot Dreams' el equipo de producción, los encargados de que todo funcionara, eran siete personas.

En la primera fase, la de preproducción, existen siete apartados. El guion es igual que en las películas de imagen real y de ese documento se extrae qué va a necesitar la película. La segunda sería la grabaciones de voces, algo que en 'Robot Dreams' no hizo falta al ser muda, pero sí contó con sonidos de referencia.

En la fase de Storyboard o animatic es donde se determina la base de la película y el número de planos o el tipo de cámaras. "Animatic se podría definir como el montaje en video que muestra las imágenes del story montadas en orden con sonidos y voces de referencia, se podría decir que es el primer montaje de la película de animación pero con ilustraciones muy esbozadas", señala Busqueta.

Las tres siguientes etapas son de diseño, tanto de escenarios como de personajes o de 'props', los elementos que utilizarán los personajes. En esta fase trabajaron unas 23 personas. Dos artistas más trabajaron en la guía para elegir los colores e iluminaciones.

La fase de producción consta de otros siete apartados. La composición de la escena es la fase de creación de para la posterior animación, y en medio de ambos está el layout, que trata las poses de los personajes.

En 'Robot Dreams' se animó al estilo tradicional, digitalmente, dibujando todas las poses de los personajes. Los animadores son el equivalente a los actores en la imagen real. Casi 80 personas participaron en el equipo de animación de la película.

Después unas cinco personas se encargan de los efectos como pueden ser la lluvia, otra fase específica es para las escenas con multitudes de personajes y una última etapa que trata de hacer una composición de la película, donde se unen todas las fases anteriores.

También es el lugar donde se hace un control de calidad y se revisan todos los planos para que se asegure que la calidad es la correcta y no hay fallos.

En cuanto a la posproducción, primero es la edición y el montaje final, aunque en animación el equipo editorial ha estado trabajando actualizando la película en todas las fases desde el storyboard. Posteriormente entran los encargados del sonido y de la música, que, en una película sin voces como 'Robot Dreams', es muy importante.