¿Quién maneja los hilos de la Euipo?

SPC
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Las acusaciones de irregularidades en la gestión y la gobernanza, así como la existencia de conflicto de intereses salpican a la Oficina Europea de la Propiedad Intelectual

¿Quién maneja los hilos de la Euipo? - Foto: Álvaro San Martín

Promociones internas trufadas de amiguismo, presuntas irregularidades en la gobernanza y en la gestión en la contratación, conflicto de intereses... La Oficina Europea de la Propiedad Intelectual (Euipo), una de las agencias más importantes de la Unión Europea, está en el punto de mira. Una denuncia de un antiguo empleado, en la que acusaba a la entidad de «fraude, corrupción, acoso y favoritismo», desvelada por una información del diario digital francés Mediapart, así como un informe del Tribunal de Cuentas de la UE de 2022 que ya recogía algunos de los problemas de su gestión interna, derivados principalmente por el funcionamiento de su consejo de administración, han provocado que la Comisión Europea comience a mirar con lupa todo aquello que tiene que ver con su gestión.

La Euipo, que cuenta con más de 1.200 empleados y un presupuesto que supera los 450 millones de euros, es una entidad de la UE descentralizada que aplica políticas con la finalidad de promover el desarrollo del proyecto comunitario. Su función es el registro de marcas, diseños y denominaciones de origen por parte de entidades o particulares, cuya concesión lleva implícito el abono de una tasa, y tiene como objetivo la protección de los derechos de propiedad intelectual.

El informe del Tribunal de Cuentas Europeo recogía las «deficiencias» en lo que hacía referencia a las disposiciones de gobernanza. ¿Por qué? El consejo de administración de oficina está conformado por las 27 oficinas nacionales de propiedad intelectual, dos integrantes de la Comisión Europea y un representante del Parlamento comunitario. El problema está en que sus miembros son, en su mayoría, las mismas personas que forman parte del comité presupuestario, con lo que los fiscalizadores son al mismo tiempo sus propios auditores, sin ningún tipo de control externo que permita dotar de transparencia a la institución y donde la sombra de las malas prácticas asoma de manera inquietante.

Contratación

Un antiguo empleado de la Euipo presentó el pasado año una denuncia ante la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (Olaf), conminando a investigar «fraude, corrupción, acoso y favoritismo». El extrabajador apuntaba a un cerrado círculo interno en la adjudicación de los puestos directivos que es otro «conflicto de intereses». En el texto señala un «intercambio de cargos en la alta dirección a cambio de votos».

La contratación de los miembros del consejo genera cierto recelo, ya que estos mismos integrantes son los que deciden con sus votos quiénes son los tres altos cargos de la Euipo; el director ejecutivo, su adjunto y el máximo responsable de las salas de recurso. Posteriormente, es la UE es la que debe tomar una decisión, pero ya lo hace sobre la votación que se ha llevado a cabo con anterioridad. De esta manera, los miembros del Consejo eligen a los mismos directores que después tendrán el poder para poder contratarlos. La situación es tan surrealista que el empleado señalaba en su denuncia un clima de «terror» y un «miedo generalizado» dentro de los equipos para poder expresarse con libertad, como recoge una carta recibida por el sindicato de personal de la institución, que desveló el medio galo Mediapart. Asimismo, otra misiva fechada en 2019 y remitida por el comité de personal a los directores les instaban a que se establecieran «garantías» para salvaguardar la transparencia a la hora de promociones, ascensos y contrataciones y evitar, de esta manera, los conflictos de intereses.

La última polémica se ha centrado en la elección del portugués João Negrão como nuevo director ejecutivo de la Oficina Europea de Propiedad Intelectual en sustitución del belga Christian Archambeau. La decisión se tomó el pasado mes de julio por el consejo de representantes permanentes de la Unión (Coreper). La designación del portugués, que tomó posesión en el mes de octubre y que fue previamente responsable de la distribución opaca de fondos a las oficinas nacionales y elegido presidente de las salas de recurso de Euipo en un procedimiento cuestionado por el servicio jurídico del Parlamento europeo, no estuvo exenta de polémica. Antes de su elección se le preguntó al candidato portugués por sus viajes (misiones) -una cifra sin precedentes- como presidente de la sala de apelaciones a diferentes puntos de la UE desde que aspiraba a la Presidencia ejecutiva. Incluso le instó a que aclarase si esas misiones eran compatibles con sus aspiraciones a la dirección de la Euipo, dejando caer que podían estar vinculadas a la búsqueda de respaldos. Negrão sostuvo que se trataba de viajes pagados por el Gobierno portugués y que los había hecho como parte de su período vacacional.

La agencia europea está en entredicho. La gestión y el buen gobierno han de garantizar la transparencia para que muchos se dejen de preguntar quiénes son realmente los que mueven sus hilos.