Un gol de Raúl García en el minuto 94 le dio los tres puntos a Osasuna en su duelo con el Rayo Vallecano. Fueron los últimos diez minutos de partido cuando más y mejor apretaron los locales, logrando al saque de un córner el premio de los tres puntos. Hasta entonces, navarros y madrileños ofrecieron un partido sin continuidad ofensiva por parte de ninguno de los dos equipos.
La primera mitad de Osasuna fue gris, tanto en la elaboración de juego como en las ocasiones de ataque. Empezó mejor el Rayo Vallecano, que presionaba muy alto y anulaba la salida de balón local. Osasuna tampoco se imponía en los duelos por arriba, cuando la defensa rojilla optaba por jugar en largo. Eso hizo que el cuadro visitante se mostrase más cómodo sobre el verde y llegaba con peligro. De esta manera Sergio Herrera se convirtió en el mejor de los locales. El meta burgalés de Osasuna evitó el 0-1 con una gran parada al saque de una falta directa enviada por Lejeune. Tras ese susto iba a mejorar algo el equipo de Arrasate, pero alcanzada la media hora sería otra vez el Rayo quien estaría más cerca del gol. En este caso fue tras un mal despeje de David García que posibilitó un claro remate en el segundo palo. Por fortuna para los de casa ese golpeo se marchó por encima del larguero.
El primer remate entre palos para Osasuna llegaba en el minuto 37, con un disparo lejano de Rubén García que atajó el portero sin grandes complicaciones. De ahí al descanso ninguno de los dos equipos iba a crear peligro.
Ya en la segunda mitad una internada de Rubén García por banda izquierda levantó al público de sus asientos, pero su centro al área no encontró rematador al adelantarse la defensa. La respuesta visitante llegaba en el 54 de partido, con un centro al área en el que el balón le llegó tras un rebote a Rdt, pero el delante del Rayo remató mordido y Sergio Herrera despejó con acierto. Otra llegada peligrosa visitante que salvaba el portero burgalés.
A 20 minutos para el descanso Jagoba Arrasate decidió mover el banquillo y poco a poco se pudo ver a un Osasuna reconocible. Sobre todo en los últimos diez minutos de juego, a base de colgar balones al área. Los rojillos encerraron a los madrileños en su área e Iker Muñoz dispuso de un cabezazo al saque de un córner, en cuyo remate el balón impactó en el larguero. Más tarde, prácticamente en el añadido , un recién incorporado como Moncayola tuvo también el 1-0 en sus botas. Un remate franco dentro del área que el meta salvó con una gran parada. En esa acción los navarros pidieron penalti, al ser objeto de falta Moncayola en el momento del emate, pero el VAR no decretó penalización alguna.
No bajó los brazos el equipo pamplonés, que ya en el 94 de partido acabó encontrando el premio al saque de un córner al segundo palo. En esta ocasión Raúl García remató y la pelota entró a gol para delirio de la grada y jugadores que sin hacer un gran partido, su confianza hasta los últimos minutos les acabó dando el premio de la victoria. El encuentro se prolongó hasta el 98 y en ese tiempo Budimir tuvo la sentencia en un contragolpe, pero incomprensiblemente mandó el balón fuera.
Victoria final en El Sadar, la segunda de la temporada en casa, que permite a Osasuna alejarse de los puestos bajos y asentarse en la zona media de la clasificación.