Un día más los vecinos y vecinas de Lodosa, así como cientos de visitantes, han vuelto a salir a las calles de la localidad para rendir culto al toro ensogado. Se mire a donde se mire, todo son señales de una festividad que no pasa desapercibida, más si cabe para los amantes de la tauromaquia. 

A las 9 de la mañana se ensoga al toro y se guarda en el cajón, desde el que más tarde sale a la calle ante la atenta mirada de todos los presentes. Es en ese momento cuando los sogueros ejercen su papel, que consiste en guiar al animal por las calles de la localidad navarra.

Para un evento de estas características no vale cualquier toro, ya que tiene que cumplir unas condiciones físicas que le permitan transitar por las calles y que posibilite ver "un festejo taurino único en toda España", así lo describen los turistas que han querido conocer en primera persona dicha tradición.