Santiago volvía a procesionar por las calles del casco antiguo de Tudela cumpliendo una vez más con la tradición. Una procesión que tal y como afirmaban los vecinos, gusta mucho en la capital ribera. 

Organizada por la Orden del Volatín, la procesión cuenta con varias peculiaridades, como el hecho de que sea una organización laica quien la lleve a cabo. Además, el camino por las calles de la ciudad transcurre al ritmo de un paso doble. Tampoco falta la representación del Apóstol, que dota de mucha emoción a toda la comitiva. 

También los gigantes aportan el colorido y tono festivo, que en esta ocasión ha ido acompañado de un emotivo recuerdo al recientemente fallecido en accidente de tráfico, Emilio Garrido, anterior presidente de la Orden del Volatín.