El que perdona la paga

Asier Cotelo
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3
Villarreal CF
1
CA Osasuna
Finalizado
Osasuna encaja una dolorosa derrota en Villarreal, donde contó con multitud de llegadas que no supo materializar en gol. Por contra, los amarillos contaron con tres disparos de Morales que aprovecharon al máximo para ganar. Solo Catena pudo marcar.

El que perdona la paga - Foto: @Osasuna

Osasuna fue mucho más equipo en la primera mitad. Jagoba Arrasate buscó un equipo reconocible, con jugadores de fútbol control como Moncayola, Moi Gómez, Lucas Torró y Aimar Oroz en el medio campo, dejando en esta ocasión al Chimy Ávila en el banquillo. Ese fue el único cambio con respecto al once que presentó hace dos semanas frente a la UD Las Palmas. La entrada de Moncayola le dio mucho poso al equipo, que desde un principio se mostró superior al Villarreal. 

En los primeros 45 minutos hubo infinidad de ocasiones navarras. La primera llegó a los dos minutos, cuando Aimar Oroz envió por encima del larguero una buena combinación rojilla. Esa jugada sería después anulada por fuera de juego. Seis minutos más tarde iba a llegar otra ocasión mucho más clara. Por dos veces tuvo la oportunidad de anotar el conjunto navarro. Primero con un disparo raso que envió Aimar Oroz tras una recuperación y ese balón repelido a punto estuvo de aprovecharlo Budimir, pero su remate lo despejó el portero con el pie. Ese nuevo rechazo no lo pudo empujar a gol Moi Gómez, que llegaba en carrera pero se adelantó un defensor.

La primera llegada local no llegaría hasta el minuto 12, que ni acabó en remate a portería gracias a que Catena despejó el balón dentro del área. A pesar de eso el conjunto castellonense se estiró en ataque e inquietó por momentos a los de Pamplona. No tardaría mucho en volver a recuperar las riendas del partido Osasuna, que con una presión alta anuló por completo al Villarreal. Entre tanto, se empezaban a escuchar pitos y comentarios de nerviosismo en la grada. 

Cerca de la media hora de partido Moi Gómez gozó de otra clara llegada. Fue tras un centro de Rubén Peña desde la derecha que el ex del Villarreal conectó en el segundo palo. Moi llegaba en carrera y su golpeo le salió centrado, por lo que el meta local pudo despejar el balón. El gol parecía cerca pero no llegaba, como tampoco lo pudo hacer Rubén peña en el minuto 42 tras un mano a mano con el portero en el que el arquero local volvía a salir vencedor. Ocasiones muy claras con las que se llegaría al descanso sin lograr aprovecharlas.

Al paso por vestuarios iba a seguir la misma dinámica vista en la primera mitad. Osasuna robando alto y finalizando en claras ocasiones de gol. En una de esas Mojica puso un centro lateral al área que atajó el portero, pero al que se le escapó el balón y esa pelota impactó en un defensor, que a punto estuvo de anotar en propia puerta. 

Gol local contra pronóstico

Ni los propios seguidores del Villarreal se esperaban que en la primera llegada colectiva de los suyos en todo el partido acabaría llegando el 1-0. Una rápida combinación entre Gerard Moreno y Morales que este último acabó empujando a gol en el segundo palo. Un gol totalmente injusto dados los méritos de unos y otros, pero que ponía por delante a los de casa. Rota la igualdad el equipo amarillo ganaría en lo anímico, mientras que a los rojos les entraban las prisas y la precipitación. Había que gestionar un nuevo partido y Arrasate optó por retirar a Moncayola para dar entrada a Raúl García.

Tocaba remar a contracorriente y el partido se complicó aun más cuando de nuevo Morales hizo el 2-0. El gol llegó en el minuto 70 tras una acción personal con la que se marchó de Catena y encaró a Sergio Herrera. El ariete local supo definir y amplió la diferencia en el marcador. Luego llegaría la reacción osasunista con un tanto de cabeza anotado por Alejandro Catena, que se mostró superior en el juego por alto y marcó con contundencia. Volvía la mínima renta para los locales y en otro zarpazo amarillo acabó llegando el 3-1, también de Morales. Tres disparos a puerta, tres goles. Además, este tercer gol se produjo en la siguiente acción al gol de Catena, por lo que el golpe moral encajado por los rojillos fue mayor.

Los cambios tampoco tuvieron un efecto revulsivo en el equipo, que aunque nunca dejó de intentarlo, daba la sensación de haber bajado los brazos ante un Villarreal que se encontraba cómodo sobre el verde. Fueron siete los minutos añadidos por el colegiado, tiempo que no dio para más y Osasuna acabó encajando una dolorosa derrota, sobre todo en lo anímico.