El portavoz del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, ha acusado este miércoles a Navarra Suma de actuar con "mala fe" después de que la coalición dijera esta semana que Salud compró 560.000 mascarillas por encima de mercado cuando las de Sodena estaban almacenadas. Según ha manifestado Remírez, "esto no es la Comunidad de Madrid".
En la rueda de prensa tras la sesión de Gobierno, Remírez ha explicado que hay dos circuitos diferenciados, "uno que provenía del acuerdo entre Sodena, Albyn y la CEN, que estaba destinado al ámbito privado, de las pymes, de cara a garantizar la actividad económica tras la situación de confinamiento y a preservar la prevención de riesgos laborales de los trabajadores; y otro el ámbito, el público, en la actividad del SNS, para proveerse de equipos de protección para atender los servicios públicos y garantizar la protección de los profesionales".
Remírez ha afirmado que "en el ámbito privado el Gobierno de Navarra no actúa y ahí actúa Sodena" y que en el ámbito del SNS sí actúa el Gobierno foral como "comprador directo" a través de recursos presupuestarios. "No hay que confundir los dos ámbitos de actuación", ha sentenciado, para añadir que "las mascarillas fruto del acuerdo de Sodena y la CEN eran solo para utilización de empresas privadas y no estaban a disposición del Gobierno de Navarra".
Según ha afirmado el consejero, "esto lo conoce Navarra Suma y las dos parlamentarias que anunciaron este tema; no hablamos de ignorancia por parte de Navarra Suma sino de una actuación de mala fe por Navarra Suma al tratar de extender sombras de sospecha". "Navarra Suma sabe que esas mascarillas no eran propiedad del Gobierno foral sino fruto del acuerdo entre tres partes", ha añadido.
Remírez ha manifestado así que "vemos ansiedad política por parte de Navarra Suma, sin esperar a que por ejemplo la Cámara de Comptos se pronuncie". "También hay mala fe al tratar de confundir a la ciudadanía cuando son conscientes de los dos circuitos diferenciados y también hay un interés partidista", ha agregado.
En la rueda de prensa, Remírez ha defendido que el Ejecutivo foral "ha tenido proactividad en el control de la actividad y en la transparencia publicando tanto los informes de auditoría como los mecanismos de control por parte del Gobierno de las empresas públicas". "Los órganos de control del Gobierno funcionan y en el caso de las empresas públicas es un control a posteriori porque así lo marca la norma y se ha ejercido", ha dicho.
Según ha dicho, ahora es el momento del trabajo de la Cámara de Comptos, que "por cierto ha avalado el trabajo que ha hecho el servicio de intervención y los servicios del Gobierno de Navarra". También, ha expuesto Remírez, es el momento del ámbito parlamentario, "a raíz de peticiones de información y de las peticiones de comparecencias".
Remírez ha recordado que "Comptos auditó la actividad, la gestión de la pandemia del Covid por parte del Gobierno en el año 2020 y avaló la gestión íntegramente con algunos puntos de mejora".
EN LA INTERVENCIÓN
El portavoz del Gobierno ha explicado, sobre la existencia de un reparo de la intervención delegada, que "el proceso de control por parte del Servicio de Interior es integral" y ha señalado que "puede haber discrepancias entre el interventor delegado, que es la figura que está en cada departamento, con la actuación de cada uno de los departamentos". "Son situaciones muy excepcionales, pero que se dan y que la norma las contempla", ha dicho.
"Cuando hay una discrepancia por parte de un interventor delegado con la actuación del departamento, se eleva a la Intervención General para que resuelva", ha precisado Remírez, para señalar que "no es algo que pase todos los días pero no es excepcional". "Desde 2003 se han elevado a sesión de Gobierno 35 acuerdos de gobierno resolviendo discrepancias entre la intervención delegada y los distintos departamentos", ha detallado, para afirmar que son "procedimientos transparentes".
SOBRE LA ACTITUD DE LA CEN
En cuanto a la actitud de la CEN en este caso, Remírez ha dicho que "a la hora de juzgar ciertas iniciativas nos tenemos que poner en el contexto del momento, en primavera de 2020, cuando salíamos de un confinamiento total y cuando la preocupación del Gobierno de Navarra compartida con la CEN era recuperar la actividad económica con seguridad para los trabajadores y evitar que hubiese destrucción de empleo".
Ha continuado que "era un contexto en el que había serias dificultades para acceder a equipos de protección individual y ahí estuvieron las partes, CEN y Sodena, para garantizar la actividad". "A partir de ahí, las decisiones fueron acertadas porque garantizaron la actividad industrial y económica de muchas pymes de Navarra porque las grandes empresas ya tenían sus propios ciclos", ha expuesto.
Remírez ha indicado, no obstante, que "todas las partes tendremos que revisar en qué hemos acertado y en qué no hemos acertado para mejorar de cara a futuro".