Para la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, el discurso «siempre es el mismo. Exista crisis o no, hay una parte de la economía que habla en todo momento de congelar o bajar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI)», aunque ella insiste que es necesario elevar el de los que menos ganan. Un empeño de la ministra de Unidas Podemos que ha vuelto a abrir la brecha en el Gobierno de coalición, al chocar frontalmente con la tesis de la socialista y titular de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y su homóloga en Hacienda, Maria Jesús Montero, que defiende que subir el SMI en estos momentos puede generar más desempleo en España.
Díaz sostuvo ayer en una entrevista televisiva que la CEOE se opone al alza para 2021 haciendo uso de un «elemento discursivo, ideológico», ya que se trata de un argumento que ya esgrimió hace un año, cuando «el país crecía».
Así, explicó que mientras los salarios bajo convenio se van a incrementar entre un 1,5% y un 1,8%, «no tiene sentido dejar fuera a los que más lo necesitan» y se mostró convencida de que el líder de la patronal, Antonio Garamendi, «no comparte que haya trabajadores pobres en España».
Respecto a las distintas voces que sobre este asunto se han escuchado en el seno del Ejecutivo de Coalición, la titular de Trabajo calificó este debate «bueno» y «normal» en un Gabinete de este tipo, y manifestó que «no va por partidos políticos» y que la decisión se tomará en el Consejo de Ministros.
No es el momento
Mientras, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, apuntó que no toca hablar del SMI, sino de salvar a las empresas y a la economía, y recordó que el IPC está cayendo un 0,8%.
«No estoy diciendo que haya que subirlo o no, pero lo que digo es que ahora no toca hablar de esto», remarcó el líder de los empresarios.
Según Garamendi, ahora se debe hablar de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y de cómo se mantienen, de cómo se ayuda al comercio o a la hostelería y no especular sobre otras, como de la jornada laboral de cuatro días.
«El SMI no es un tema tanto del diálogo social como una obligación del Gobierno y cuando digo del Gobierno, no digo del Ministerio de Trabajo, sino que pasa por la Comisión Delegada y de ahí va al Consejo de Ministros, que es el que toma la decisión», apostilló el líder de la CEOE.