"Me da pena como sociedad que a veces no aceptemos la crítica"

Juana Samanes
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Cinéfilo. En sus palabras se desprende que este profesional es un amante del cine clásico, del que se ha empapado antes de convertirse en realizador

Miguel Ángel Vivas, director de 'Asedio'.

Los sentimientos de la gente corriente están presentes en la filmografía del sevillano Miguel Ángel Vivas, que empezó a ser conocido, en 2015, gracias a su película de terror Extinction. En Asedio, su último filme, apuesta por una historia de contenido social antidesahucios de atmósfera muy asfixiante. 

He leído que el argumento de Asedio parte de una idea original de usted y de José Rodríguez y que está inspirado en hechos reales.
No está inspirada en hechos reales, sino que habla del mundo en el que vivimos hoy, y la idea parte de las noticias que aparecen en los informativos sobre desahucios. Es un tema que me toca de cerca y me emociona mucho. Te pones a pensar y si todos tenemos derecho a una vivienda digna que te la quiten es una prueba no superada de vida. Por eso, me dieron ganas de hablar de esas personas invisibles, por ejemplo, los inmigrantes, porque viven con nosotros y no sabemos nada de ellos, pero nos atrevemos a juzgarlos.

Mezcla acción, drama y corrupción policial. ¿Con qué le gustaría que se quedasen los espectadores? 
La idea era construir una película de dos mujeres contra el sistema, en un clímax de hora y media. Quería contar una experiencia, que al público le llegara esta historia desde la emoción. Lo que pretendo es que cuando se vayan a su casa sigan dándole vueltas sobre todo lo que hay detrás: tenemos en nuestro país una gran corrupción en las altas esferas.

Asedio bebe de las fuentes del cine negro. Personajes buenos, hay pocos, solo esa madre inmigrante y su hijo que aspiran a una vida nueva.
El cine negro es todo, desde la crisis de 1929, los héroes se convierten en antihéroes, y describe una sociedad corrupta, descontenta, inconformista y eso desemboca en cine social. Mis dos películas de referencia son Asalto a la comisaría del distrito 13, de John Carpenter, que es un filme muy entretenido, pero que describe un mundo donde hay racismo, o El príncipe de la ciudad, de Sidney Lumet, que son de género negro. 

Natalia de Molina está espléndida interpretando al personaje de la policía novata Dani.
Natalia era la única opción para esta película, creo que es la mejor actriz de su generación. Lo que ha hecho es impagable, está en el 99 por ciento de los planos. Nos ha regalado un gran trabajo físico y dramático.

Y desde el punto de vista de realizador, ¿fue complicado planificar esa historia que no se detiene nunca? 
A mí me encanta rodar plano secuencia, sin cortes, que te llevan a la realidad. Es complicado rodar así, pero a mí me encanta. 

¿El enfoque del abuso policial y la corrupción cree que puede molestar a las fuerzas del orden, en un momento con tantas «okupaciones» de auténticos delincuentes?
Ya les ha sentado mal desde el trailer. El Sindicato de Policía se ha ofendido y me da mucha pena que como sociedad no aceptemos la crítica, y así no podemos mejorar.