El Barça tuvo que ganar de penalti para poder superar a un gran Osasuna, que ni cuando se quedó con un jugador menos en los últimos 15 minutos de partido bajó los brazos en busca de un premio que mereció. Hasta ocho cambios introdujo Jagoba Arrasate con un centro del campo made in Tajonar. El partido realizado por los navarros fue magnífico, tanto a nivel defensivo como ofensivo. Por momentos tocó defender con muchos hombres en campo propio pero cuando hubo que atacar, los de Arrasate demostraron tener personalidad suficiente como para superar al Barça. El 0-1 de los catalanes llegó con polémica, dado que se pidió falta sobre Pablo Ibáñez en el momento del remate de Kounde. También los rojillos pedirían penalti en la recta final sobre Budimir. En ambas acciones, ni el colegiado, ni el VAR se decantaron a favor de los locales.

Desde un primer momento se pudo ver a un Barça que optaba por posesiones largas, fiel a su estilo, ante un Osasuna que cuando no podía presionar en campo rival, defendía en bloque bajo. Ese orden defensivo neutralizaba la creatividad culé, que poco a poco se fue apagando. Sin embargo, nada más iniciarse el partido, De Jong contó con la ocasión más clara enviando un balón al palo. Esa sería la jugada más peligrosa del Barça en los primeros 45 minutos. Con el paso del tiempo, el cuadro local empezó a zafarse del dominio visitante y con un Aimar Oroz espectacular, los navarros comenzaron a jugar en campo rival. El propio Aimar rozó el 1-0 con un remate dentro del área tras una gran triangulación con Areso, pero que el meta visitante atajó con gran habilidad.

Cuando mejor estaba Osasuna y a falta de segundos para el final, un saque de esquina favorable al Barça significó el 0-1. Un remate de cabeza anotado por Kounde que acabó con el balón al fondo de la red. Esa acción fue muy criticada por los de Pamplona, que reclamaron falta sobre Pablo Ibáñez. El medio osasunista vio cómo Kounde se apoyaba sobre su hombro, impidiéndole saltar para defender ese balón. No lo entendió así el colegiado, que nada más sacar de centro el Barça, decretó el descanso.

Al paso por vestuarios el Barça volvió a salir dominador, con la intención de frenar el empuje rojillo propio de cada inicio. Como ya ocurriera en la primera mitad, el Barcelona no tuvo claridad en ataque y eso fue gracias al orden defensivo de los rojillos. De nuevo Osasuna empezó a jugar, que con la ayuda de los cambios se apoderó de la posesión del balón. Arrasate optó por dar entrada a Chimy Ávila, Budimir y Kike Barja, una triple sustitución que fue claramente positiva. Los rojillos pisaban área una y otra vez, poniendo en apuros a Ter Stegen, hasta que el Chimi Ávila llegado el minuto 75 se sacó un gran golpeo que tras pegar en el palo hizo subir el 1-1 al marcador. 

Osasuna estaba lanzado y se veía más cerca el 2-1 que el 1-2, hasta que el colegiado decidió señalar penalti a favor del Barça en un balón profundo que Lewandowski ganó a Catena. El central procedente del Rayo dejó el brazo y pegó en el atacante culé, que al notar el contacto acabó en el suelo. Aunque en un primer momento el árbitro enseñó la cartulina amarilla al defensor rojillo, el VAR acabó determinando que la cartulina debía de ser roja, por lo que Osasuna finalizó el partido con un hombre menos.

Con el 1-2 y un jugador menos desde el minuto 84 Osasuna no bajó los brazos en ningún momento. Además, el partido contó con diez minutos de prolongación y fueron los locales quienes hicieron un ejercicio mayúsculo en busca de un empate que nunca llegó.

Segunda derrota en liga, ambas en El Sadar, con un Osasuna que afronta el parón liguero con seis de los 12 puntos posibles ganados.