La Policía Foral ha detenido a un grupo criminal, compuesto por cinco varones de procedencia africana, acusados de robar cadenas y relojes a las personas que vendían pulseras y collares, además de traficar con distintas drogas, que fueron intervenidas.

La investigación se inició empezados los Sanfermines, cuando se sospechó que un grupo de vendedores ambulantes que actuaba en el casco antiguo podía estar dedicándose a cometer delitos contra el patrimonio, con la excusa y "tapadera" de ofrecer productos de complemento a los ciudadanos. Las sospechas se confirmaron cuando un varón australiano denunció ante la Policía Foral el robo de su teléfono, que geo posicionaba en la Plaza del Castillo y reconocía por su gorro al posible autor. Además, En la oficina de atención al ciudadano de la citada plaza se recibió información de interés policial -que ofrecían drogas a los compradores de sus productos (gafas, gorros, pulseras, collares)- y denuncias penales por hurtos de joyas con descripción de posibles sospechosos. Por ello se estableció un dispositivo de vigilancia el día 8 que confirmó la presencia de un varón detenido el día anterior por hurtar móviles, por lo que se procedió a un registro masivo de las personas y pertenencias del grupo africano, que estaba instalado en los jardines públicos de la céntrica plaza pamplonesa.

En la operación, que contó con el apoyo de la Policía Municipal de Pamplona, las patrullas de seguridad ciudadana de la Policía Foral decomisaron casi 400 pastillas de éxtasis y MDMA, 31 gramos de anfetamina speed, 27 gramos de cristal, 20 teléfonos móviles, 5 cadenas de oro, 4 pulseras de oro, 3 cámaras de fotos y 2 relojes de alta gama de los que no pudieron justificar su procedencia, además de tarjetas de crédito y documentación ajena. Por todo ello fueron detenidos y trasladados a comisaría para continuar con las diligencias propias del atestado, realizado por la Brigada de Policía Judicial Norte, antes de su puesta a disposición judicial.