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Comemos más huevos aunque los paguemos más caros

SPC
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Mientras que en el último lustro el consumo en los hogares ha aumentado un 9,3%, el gasto lo ha hecho en un 58%. Las fluctuaciones en el precio tienen un impacto «muy limitado»

Comemos más huevos aunque los paguemos más caros - Foto: Smederevac

El huevo es un alimento básico en la cesta de la compra de los hogares españoles y no estamos dispuestos a renunciar a ellos a pesar de las subidas de precios. Al menos eso es lo que se deduce de los datos del 'V Observatorio del Consumo de Huevo en España', presentado hace unos días por la interprofesional del sector, Inprovo. El estudio revela que los españoles gastaron 1.354 millones de euros en este alimento durante 2024, con un desembolso medio de 29 euros por persona, lo cual implica que, desde 2019, el mercado del huevo ha experimentado un crecimiento en valor del 58% -casi 500 millones de euros más- y en volumen del 9,32% -420 millones de kilos consumidos-.

De hecho, el huevo es el alimento fresco cuya presencia más ha crecido en los hogares españoles en 2024, con un 2,9% en valor y en volumen. Tiene, además, uno de los mayores porcentajes de penetración de compra, ya que llegó en el 2024 a un 97% de los hogares.

Por otro lado, España produjo en 2024 un total de 1.169 millones de docenas de huevos y es el tercer productor de la Unión Europea, con el 14% del total. Además, con 2.130 millones de euros facturados en 2024 representa el 7,8% del valor de la producción total ganadera y el 3,2% de la agraria. Genera unos 15.000 puestos de trabajo directos y en torno a los 60.000 empleos indirectos.

Comemos más huevos aunque los paguemos más carosComemos más huevos aunque los paguemos más carosEl observatorio revela que, de las 1.623 granjas de ponedoras españolas, el 76% corresponde ya a sistemas de producción alternativos (gallinas sueltas en gallinero -suelo-, camperas y ecológicas), habiéndose triplicado en los últimos seis años estos modelos productivos. En 2024, uno de cada tres huevos procedía de gallinas alojadas en sistemas alternativos en España. Esta proporción, si se compara con ese 76% de las explotaciones, deja claro que las granjas de menor tamaño utilizan menos jaulas.

Mari Luz de Santos, directora de Inprovo, ha señalado que el aumento de la factura se debe precisamente al avance hacia estos sistemas alternativos, que conllevan unos mayores costes de producción porque «las gallinas comen más y ponen menos huevos». A ello se ha sumado la reciente crisis inflacionista y un mayor ajuste de «oferta y demanda» a nivel global por las crisis de gripe aviar que viven algunos países europeos y Estados Unidos.

Para De Santos, el huevo «mantiene su fortaleza» en la cesta de la compra durante 2024 y «consolida su posición en los hogares», con un consumo récord y un «notable» avance hacia sistemas de producción más respetuosos con el bienestar animal. En cuanto al sector productivo, éste muestra «solidez y transición» hacia el bienestar animal y la sostenibilidad. La fidelidad de los consumidores a este producto y los consiguientes buenos resultados económicos de 2024 facilitan que el sector mantenga estos «firmes compromisos que requieren de elevadas inversiones», ha señalado De Santos.

Por su parte, la presidenta de la Federación Española de Empresas del Sector de la Producción de Huevos y Ovoproductos (Federovo), Ester Muñoz, ha reiterado que estas cifras «muestran la solidez» de un sector que «se consolida tanto dentro como fuera de nuestras fronteras». Tiene un «liderazgo irrenunciable» en materia de bienestar animal, trabaja con un producto que representa una de las proteínas más sostenibles e impulsa el empleo, especialmente en zonas rurales, según ha señalado.

Muñoz también ha explicado que «el precio tiene un efecto muy limitado en el comportamiento del consumidor. Es un alimento básico y su demanda es muy inelástica. Es decir, si el precio sube, no hay alternativas más económicas que cubran las mismas necesidades y, por ello, consumimos más o menos lo mismo; y si baja no vamos a consumir mucho más.

Transporte.

Respecto a la directiva europea de bienestar animal en el transporte, Muñoz ha explicado que «son varios los aspectos de la propuesta que, de mantenerse, afectarán de forma muy negativa al sector. Entre ellos, la obligación de supervisión de todas las cargas de animales en España por parte de un veterinario: no habrá suficientes profesionales para cubrir esta exigencia». Además, las modificaciones que se proponen en el diseño de los contenedores provocará el cambio de todos ellos, con consecuencias económicas muy elevadas; los tiempos máximos de viaje tendrán repercusiones importantes para el movimiento de pollitas para recría y para el transporte al matadero de gallinas de desvieje; y la limitación de la temperatura durante el viaje también tendrá efectos, porque en un país como España es de una gran complejidad y no refleja el concepto de aclimatación.

 

IA para mejorar el manejo en granja.

La presidenta de Federovo, Ester Muñoz, ha adelantado que existen algunos proyectos en marcha de uso de Inteligencia Artificial (IA) para anticiparse a problemas sanitarios o de otra índole. Aunque aún están en fases previas, Muñoz confía en sus resultados porque el sector español de la avicultura de puesta «es todo un ejemplo de apuesta por I+D+i». Es «algo fundamental para aprovechar todas las ventajas del huevo y en toda la cadena de valor, tanto en nuevos productos como en aprovechamiento de recursos, elaboración de piensos, proyectos de economía circular o la búsqueda de nuevas áreas de producción», ha remarcado.

Muñoz ha recordado que ya existe la automatización en granjas avícolas y abarca diversos procesos, desde la recogida y clasificación de huevos hasta el control del clima y la alimentación. Esto incluye sistemas de recogida de huevos automatizados con cintas transportadoras, robots que manipulan y clasifican huevos y sistemas de monitoreo ambiental con sensores que regulan la temperatura y humedad.