Nueve palestinos, incluido un menor, murieron este miércoles y más de un centenar resultaron heridos por disparos del Ejército israelí durante una redada militar en la ciudad cisjordana de Nablus, en una de las jornadas más violentas en la zona en los últimos años.
El Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) confirmó la muerte de los nueve palestinos -entre los que hay un menor de 16 años, un anciano de 72 años y un hombre de 61- y aseguró que entre los 102 heridos registrados hay al menos seis en estado de gravedad.
Según la agencia oficial de noticias palestina Wafa, dos de los heridos eran periodistas que estaban cubriendo la redada.
Al menos cuatro de los palestinos muertos fueron identificados como milicianos pertenecientes a distintos grupos armados, incluidos dos de la Yihad Islámica Palestina (YIP), considerada grupo terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea.
"No pasará mucho tiempo hasta que el enemigo sepa una vez más que la sangre palestina no es barata, y que nuestro pueblo no se quedará callado ante las continuas agresiones en su contra", dijo hoy Daoud Shehab, alto cargo de la YIP en la Franja de Gaza.
Por otra parte, un portavoz de las Brigadas al Qassam, brazo armado del movimiento islamista Hamás -que gobierna en la Franja-, advirtió que "la paciencia de la resistencia palestina en Gaza se está agotando".
Mohamed Shtayeh, primer ministro de la ANP, describió la redada como "terrorismo organizado" y denunció que Israel busca trasladar su crisis política interna al conflicto con los palestinos.
Los incidentes de hoy son "un crimen por parte de las fuerzas de ocupación (israelíes)", indicó por su parte un portavoz de la oficina del presidente de la ANP, Mahmud Abás.
Acusando a Israel de "empujar a la región hacia una situación explosiva", instó al Gobierno de Estados Unidos a actuar de inmediato y "presionar a Israel para que detenga sus crímenes y agresiones contra el pueblo palestino", indicó el portavoz Nabil Abu Rudeineh.
Un gran número de soldados israelíes irrumpieron en la ciudad vieja de Nablus y rodearon una vivienda, lo que provocó fuertes enfrentamientos entre palestinos armados y uniformados, que lanzaron gases lacrimógenos y granadas aturdidoras contra residencias familiares y comercios, según Wafa.
El Ejército israelí, por su parte, no ofreció información sobre el operativo y se limitó a confirmar que sus tropas estaban operando en la ciudad de Nablus.
Los incidentes de este miércoles se producen en medio de una fuerte escalada de la violencia en el marco del conflicto palestino-israelí, que ya ha costado la vida a 58 palestinos y 11 israelíes en lo que va de 2023.
Buena parte de estas muertes se produjeron durante enfrentamientos armados desencadenados por redadas militares israelíes en Cisjordania ocupada, así como en ataques mortales cometidos por palestinos contra israelíes.
Redadas como las de hoy se han hecho casi cotidianas desde finales de marzo del año pasado, cuando Israel lanzó su operación "Romper la ola" como respuesta a una serie de ataques mortales por parte de palestinos o árabes israelíes.
El foco más frecuente de estas operaciones de arresto es el norte de Cisjordania, sobre todo las ciudades de Nablus y Yenín, que albergan a importantes grupos armados locales, responsables de varios ataques contra israelíes.