El prometido regreso de 'el jefe'

SPC
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Hace 42 años, Springsteen aseguró que regresaría a la ciudad. Lo cumplió y vuelve a hacerlo esta noche con el primero de los dos 'shows' con los que arranca su gira europea. El matrimonio Obama estará entre el público

Los fans de Bruce Springsteen esperan a las puertas de su hotel en Barcelona. - Foto: EFE

Bruce Springsteen buscará esta noche el guiño cómplice de sus leales después de seis años en un Estadio Olímpico en Barcelona a rebosar en el primero de los dos conciertos que da en la Ciudad Condal (el próximo será el domingo y no habrá más en España) y con los que da inicio a su gira por Europa. 

El Boss aterriza en forma en el Viejo Continente, al que llega después de una serie de conciertos en Estados Unidos que arrancó en Tampa (Florida) el pasado mes de febrero al tono de No Surrender y país al que volverá tras su periplo europeo para poner el broche final a este deseado tour. Porque al músico de Nueva Jersey no le para nada, ni siquiera tras el susto que dio a sus seguidores al confirmar a principios de la semana pasada que tanto él como su mujer, miembro de la banda, se habían contagiado de la COVID-19. Por supuesto, el espectáculo debía continuar y en ningún momento se puso en cuestión que pudiera faltar a su cita con el público en Barcelona.

Los deseos de ver uno de los directos más potentes del panorama musical internacional son tantos, que desde hace días sus fans tratan de garantizarse un buen sitio en el recinto a través de un sistema pensado por los propios seguidores, en connivencia con el equipo de seguridad del estadio, en el que han podido reservar en una lista y durante tres turnos al día, las mejores localizaciones de pie para el show que el Boss y la icónica E Street Band ofrecen a partir de las 21:00 horas. «Será un gran concierto. Es lo que todo el mundo que está aquí espera, desea y piensa», afirmaba una fan.

Y es que hay ganas, muchas ganas de rock and roll, después de que el de Nueva Jersey anunciara en 2019, y después de dos años actuando en solitario en Broadway, que en 2020 volvería a salir de gira con su banda de toda la vida. Sería un tour mundial con que presentaría en directo su álbum de 2020, Letter to you, pero llegó la pandemia y, como tantas otras cosas en la vida, la gira se tuvo que suspender.

Para dar más empaque a la cita, si es que es necesario después de que se vendieran todas las entradas para su doblete en apenas unos minutos -y son más de 100.000-, el martes se supo que el Jefe viene con algunos amigos de la talla del expresidente norteamericano Barack Obama y su esposa, Michelle. Al artista y al exmandatario les una estrecha amistad desde que se conocieron en 2008, cuando el cantante se volcó en la campaña del que sería el primer inquilino negro de la Casa Blanca. Dos símbolos de un país que luego montaron el podcast Renegades y que poco después tomó forma de libro, un volumen de más de 300 páginas con introducciones tanto de Obama como de Springsteen, y que en España se publicó bajo el título Renegados: Born in the USA.

Pero, de vuelta al estadio Lluis Companys, allí también estará esta noche el director de cine Steven Spielberg, acompañado por su esposa, la actriz Kate Capshaw.

Repaso a una vida

Bruce Springsteen no es de los que decepciona y esta noche se espera de él lo que tantas veces ha dado sobre el escenario: una energía desbordante a sus casi 74 años. Es imposible saber con exactitud qué espectáculo tiene planteado para este show, pero se puede imaginar que rondará las tres horas y, si cumple con la setlist de los recitales por norteamerica, esta estará compuesta por unos 28 temas que van desde las canciones de su último disco de estudio, Only the strong survive (2022) a los clásicos que le han convertido en una leyenda viva de la música, por lo que lo más probable es que el estadio vibre en cuanto suenen los primeros acordes de Born to Run, Glory days o Dancing in the dark sin olvidar The rising y, quizás, I'll see you in my dreams como cierre.

Unas 50.000 almas aguardan con ansia vibrar al unísono con los acordes de la guitarra del Boss y perpetuar el idilio del de Nueva Jersey con la Ciudad Condal que se inició hace exactamente 42 años, cuando el ya olvidado Palacio Municipal de Deportes de Montjuic acogió su primer concierto en el país. Fue el 21 de abril del año 81, un día que marcó un antes y un después en lo que se había visto sobre un escenario en el país. Entonces, fueron 7.000 los asistentes y ni siquiera lograron llenar el enclave, a pesar de que entonces Springsteen ya había cosechado gran éxito mundial con su tercer disco, Born to run (1975), y con el cuarto, Darkness on the edge of town

De hecho, para conmemorar aquello, el Palau Robert acoge hasta el 14 de mayo una exposición del fotógrafo Francesc Fàbregas centrada en aquel evento: Bruce Springsteen. Barcelona 1981. A la muestra gráfica en los jardines del Palau Robert le acompañan comentarios de diversas personalidades que asistieron a esa actuación. Cuentan los cronistas que el artista, sorprendido por la reacción del público, prometió no olvidar nunca aquella noche y volver a la ciudad... y, una vez más, lo cumple.