La Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana ha presentado el libro titulado 'El claustro de la Catedral de Pamplona, una mirada renovada', con la presencia de la consejera de Cultura, Rebeca Esnaola, y los autores del libro. La obra pone fin a una larga intervención de restauración que se acometió entre 2016 y 2020, con una inversión total estimada de 3,8 millones euros.

Para su financiación, el 31 de mayo de 2016 se firmó un convenio de colaboración entre el Arzobispado de Pamplona-Tudela, la obra social La Caixa, la Fundación Caja Navarra y el Gobierno de Navarra, a través de la Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico de Navarra.

Este libro, del que se han editado 500 ejemplares y tiene un precio de venta al público de 25 euros, pretende acercar a la ciudadanía el testimonio escrito de un complejo, minucioso y interdisciplinar proceso que ha sabido combinar el respeto a los elementos originales con aquellas reposiciones necesarias para conseguir la salvaguarda de este magnífico ejemplo del gótico europeo, que tras esta intervención se puede disfrutar en todo su esplendor, ha informado el Gobierno.

Con esta publicación, ha añadido, se quiere compartir la complejidad de esta restauración a través del testimonio de los profesionales que intervinieron directamente en la ejecución de la obra y sus novedosas aportaciones. Comienza con un estudio histórico que indaga en el trasfondo ideológico y propagandístico que impulsó la construcción del claustro a finales del siglo XIII. También incluye una descripción en consonancia con su valor artístico; la visión integradora de la dirección de obra; los estudios previos que evidenciaron las patologías en toda su gravedad; la resolución de problemas de restauración y conservación de los diversos materiales y elementos que integran el conjunto claustral; la revisión iconográfica de las pinturas murales restituidas en formato facsímil a su lugar original y el estudio detallado del hallazgo de los capiteles de la desaparecida catedral románica.

PROYECTO DE RESTAURACIÓN

El director de la restauración, Leopoldo Gil Cornet, ha explicado los entresijos de esta actuación que, desde un primer momento, se planteó como una restauración integral e interdisciplinar. Su visión contempló trabajos de arqueología, consolidación de muros y columnas, restauración de pintura mural, de bienes muebles y de todos los elementos arquitectónicos y decorativos que alberga este espléndido claustro.

En el marco del ya mencionado convenio, se inició la secuencia de las 13 fases más un epílogo consistente en la reposición de pinturas murales y la restauración de la reja del lavatorio. Una planificación de la intervención que concluyó, tras cuatro años de obras, con el resultado que se puede contemplar actualmente. Los proyectos y la dirección de obra estuvieron a cargo del mencionado arquitecto, que contó con la colaboración de la técnica restauradora Violeta Romero y la arquitecta técnica Nora Oroz, los tres adscritos a la Dirección General de Cultura del Gobierno de Navarra. La ejecución de las obras corrió a cargo de Construcciones Leache, S.L.

El grueso de los trabajos se centró en intentar devolver al soporte pétreo, en la medida de lo posible, la fuerza de la piedra sana, cerrando grietas, sujetando fragmentos que estaban a punto de caer, colocando aquellos que ya se habían desprendido, limpiando la superficie y aplicando capas de protección que pretenden ayudar a la correcta conservación de los materiales que componen esta joya del gótico navarro. Pero existen causas que provocan los deterioros en los materiales que son muy difíciles de erradicar, como la presencia de sales o el comportamiento de la piedra con la humedad ambiental, lo que provoca que haya zonas muy sensibles a los cambios de temperatura y humedad relativa.

Más delicada aún era la situación de las fachadas exteriores, con su compleja red de pináculos, antepechos, gárgolas, florones y tracerías afectadas por la lluvia a lo largo de los siglos, sin la protección durante mucho tiempo de los elementos vitales para la evacuación y recogida de aguas pluviales sufrían daños severos, especialmente en cuanto al desgaste de la superficie, grietas producidas por las heladas, roturas, y todo un conjunto de patologías que daban como resultado un estado de conservación muy frágil. Era imprescindible, entre otras cosas, reponer piezas, reconstruir impostas y saledizos, sanear la piedra, subrayar las líneas compositivas y asegurar los elementos volados. Así mismo se trabajó en el tratamiento del interior de las pandas, bóvedas, claves, pintura mural, rejas, utilizando la metodología más adecuada para cada elemento, ha informado el Ejecutivo.

PROGRAMA DE DIFUSIÓN DE LA OBRA DE RESTAURACIÓN

La consejera, como responsable del departamento de Cultura, ha querido hacer especial mención a la continua labor de difusión articulada en torno a esta intervención, "todo un minucioso y variado programa de divulgación de la obra de restauración que se planteó desde el primer momento".

Las entidades promotoras de la intervención pusieron un especial interés en que la intervención fuera conocida, valorada y disfrutada por la ciudadanía. Para ello se organizaron diferentes acciones de difusión y dinamización, cuyo principal exponente fueron las visitas guiadas a pie de obra.

Entre junio de 2017 y octubre de 2019 se realizaron diferentes programas de visitas guiadas gratuitas que permitieron observar de manera directa los problemas y patologías de los diversos elementos estructurales y decorativos del claustro, así como las soluciones que se aplicaban en cada caso. El acceso al andamiaje ofrecía, además, la posibilidad de disfrutar de detalles que no son visibles de otra manera.

Asimismo, se organizaron diferentes acciones de divulgación, como paneles explicativos, videos de las pinturas murales, audiovisuales del proceso de restauración o el ciclo de conferencias en torno al proceso de restauración programado por el Servicio de Patrimonio Histórico en colaboración con la Fundación Caja Navarra desarrollado en Civican en 2020.

En el capítulo de los agradecimientos, se han mencionado a las entidades que financiaron las obras de restauración, pero también a todas aquellas personas que, aunque no figuran en los créditos de la publicación, colaboraron y colaboran en los proyectos del Servicio de Patrimonio Histórico. "Profesionales que contribuyen al éxito de estas obras de gran calado así como al personal de publicaciones que mima las ediciones hasta la última coma", han indicado la consejera, que ha hecho una dedicatoria especial a Jesús Ascunce, "motor incansable para que este proyecto saliera adelante".