A sus 51 años, en la temporada en que cumple la mayoría de edad (18) en los banquillos, Roberto Martínez Montoliu mantiene intacto su aura de técnico que mejora lo que toca. Un estudioso del nuevo fútbol que ahora interpreta sus mejores partituras desde la selección portuguesa, un monstruo dormido en manos del veterano y conservador Fernando Santos que este domingo luchará por el título de la Liga de las Naciones.
'Bob' lleva más tiempo fuera de España que dentro. Es un hecho: después de militar en la cantera del Balaguer y el Zaragoza, a los 22 años hizo las maletas rumbo a Inglaterra para fichar por el Wigan. Ese 'toque' especial ya arrancó en su etapa como jugador: en la 95/96 finalizó la temporada como el máximo goleador del equipo, fue incluido en el equipo ideal de la 'Third Division' y en 2005 fue elegido por los socios del club del 'Gran Manchester' como el mejor futbolista en la historia del club. Ya para entonces había jugado en el Motherwell escocés (2001) y en el Swansea galés (2003), que en febrero de 2007, cuando estaba en el Chester City, reclamó sus servicios como jugador-entrenador. Allá comenzó su gran aventura, la de los banquillos.
El entrenador
De entrada, en su primera temporada completa como técnico único del Swansea (07/08) ganó la League One y logró ascender con un juego asociativo similar al que practicaba la selección española que ese año ganaría la Eurocopa. Sus logros le llevaron a la Premier League, de vuelta a Wigan, un equipo modesto cuyo objetivo era la salvación… y la logró durante tres temporadas, pero no se limitó a eso: en la 12/13 llevó al equipo a la final de la FA Cup ante el Manchester City. Un tanto de Ben Watson hizo historia para el club, que logró el primer título en 70 años de historia. Ese año, el de la gloria, no logró sin embargo evitar el descenso.
Se mantuvo en la élite de la mano del Everton, donde estuvo tres temporadas: en la primera logró clasificar a los 'Toffees' para Europa y en la tercera fue destituido a falta de una jornada para la conclusión de la Premier, con el equipo 12º. Su aura estaba intacta, y la Federación Belga decidió entregarle un proyecto de largo recorrido después de fiasco de los 'Diablos Rojos' en la Eurocopa de 2016, en la que se encontraban entre los favoritos y cayeron en cuartos (3-1) frente a Gales.
Roberto Martínez tenía entre sus manos un equipo de lujo y arrancó entonces un trabajo minucioso de reconstrucción táctica y anímica de la plantilla. Solo dos años después, en el Mundial de Rusia'18, Bélgica alcanzó un histórico tercer puesto (cayó en 'semis' ante la campeona, Francia, por 1-0) y elevó su estatus al 'número uno' del 'ranking' FIFA, que mantuvo durante tres largos años bajo la batuta del español. La dura derrota en primera fase de Qatar'22 puso fin a un largo período de lujo… y abrió la puerta al relevo en Portugal: llegó el 9 de enero de 2023.
Los números (récord de victorias seguidas: 12; mayor goleada en la historia de la selección: un 9-0 sobre Luxemburgo) se frenaron en la Eurocopa de Alemania'24, en la que cayó ante Francia en los penaltis de cuartos de final, pero la Liga de las Naciones, un año después, le ha puesto de nuevo en el disparadero. No solo obra 'milagros' en los colectivos, sino en lo individual: como hizo con Lukaku en Bélgica cuando peor era la racha del gigante de Amberes, ha logrado que Cristiano Ronaldo, a sus 40 años, mantenga viva la chispa del gol. Ha marcado siete tantos en los últimos ocho choques de la 'Nations League' y en los 24 encuentros con Roberto Martínez al frente de Portugal suma 20 anotados cuando llevaba tres en los últimos 14 con Fernando Santos. Son los pequeños pero constantes 'milagros cotidianos' de un señor de Balaguer: Portugal llevaba 40 años sin ganar en suelo alemán… y ahora busca un nuevo título.