Osasuna Magna rescató un punto en su enfrentamiento como local ante Peñíscola. Si el partido de la primera vuelta resultó una goleada a favor de los navarros, en esta segunda mitad del campeonato fue al contario. Partido muy cerrado en el que ambos equipos concluyeron con el 1-1.
Al minuto tres de juego se producía la primera llegada importante del Xota, en la que Roberto Martil combinaba con Tony pero el mostoleño no encontraba portería. Respondió Paniagua con un tiro que atajó Asier Llamas. Un minuto después, de nuevo el meta navarro desviaba otro lanzamiento de Igor. Sin embargo, sería en el minuto 11 cuando Peñíscola anotase el 0-1. Una falta sacada por Walex en la que Bynho al querer despejar el balón desvió la pelota y la introdujo en propia portería. Tras el gol Fabinho se topó con la madera en una rápida transición local.
El Xota se hacía con el control del esférico, pero no lograba finalizar en condiciones, todo debido al gran desgaste visitante que necesitaba ganar para salir de la zona baja. Así las ocasiones más claras eran al contragolpe o por medio de lanzamientos desde fuera del área. También Molina demostraba unos grandes reflejos, tal y como sucedió en la última jugada de la primera mitad. A falta de cuatro segundos para el descanso, el ex de Ribera Navarra evitaba con el pecho un fuerte chut de Fabinho que llegó al remate con potencia desde atrás.
Al paso por vestuarios otra vez Fabinho tuvo el gol en sus botas. El jugador de Xota cruzó demasiado la pelota y la mandó fuera ajustada al palo. Después era una ruptura al espacio por parte de Bynho la que ocasionó otro disparo que rozó la madera. Buen inicio de Osasuna Magna, que necesitaba mantener las buenas sensaciones como local vistas jornadas atrás. Por el contrario, Peñíscola intentaba sentenciar a la contra, con un juego de pocos toques y vertical. Así era Rumbo el que a punto estuvo de hacer el 0-2, pero con Asier ya superado, Bynho despejaba sobre la línea de gol.
Pasaban los minutos y por momentos el juego se atascaba en campo rival, hasta que a falta de cinco minutos Imanol Arregui apostó por el juego de cinco. Linhares se enfundó la camiseta naranja y en el 36 de partido Fabinho no logró empujar a gol una rápida acción de Dani Zurdo. Si en jornadas atrás el juego de cinco no había sido del todo positivo para los navarros, en esta ocasión sería fundamental.
Ya en el minuto 38 y justo antes de un paradón de Molina a punterazo de Mancuso, era Dani Zurdo el que sorprendía al meta rival con un lanzamiento al primer palo. No tenía ángulo, pero la pelota acabó entrando a gol y daba el empate a los navarros. Los dos minutos siguientes hasta la conclusión del partido Osasuna Magna insistió en la victoria, pero no encontró el premio final.
Empate muy trabajado por los dos equipos que seguramente no habrá dejado satisfecho a ninguno de los dos conjuntos.