En los momentos previos al encierro protagonizado por la ganadería extremeña Jandilla, un joven ha dejado la vergüenza a un lado y ha sido capaz de pedirle la mano a su pareja durante la 'kisscam' que ameniza el tiempo de espera.
Ella, sonrojada entre aplausos y vítores de los presentes, se ha lanzado a darle un abrazo al que, según lo previsto, será su futuro marido.