Más de 40 años custodiando a San Fermín

María Collado
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Mariví Esparza da cobijo a la imagen original del santo y la lleva a la hornacina ubicada en la cuesta de Santo Domingo todas las mañanas antes del encierro.

Mariví Esparza, encargada de custodiar a San Fermín

A partir de la desaparición de la imagen del santo en San Fermín Txikito de los años 78, Mariví Esparza y su marido pasaron a ser los encargados de custodiarla y llevarla a la cuesta de Santo Domingo, cuando finalmente en 1993 Mariví tomó el relevo por el fallecimiento de su marido, Andoni Barba. En las fiestas sanfermineras el santo divisa el jolgorio desde la vitrina donde miles de personas vestidas de blanco y rojo se asoman para contemplarlo. 

Mariví todas las mañanas del 7 al 14 de julio desplaza al santo original a la hornacina a partir de las 8:00 horas de la mañana y lo retira todas las noches. Para ella esto no es solo una tradición sino una evocación de sentimientos y recuerdos que la emocionan cada vez que traslada a San Fermín. 

Tras un confinamiento de casi tres años, la figura ha sido restaurada, ya que después de las fiestas de 2019 quedó muy deteriorada porque la gente se avalanchaba sobre él para tocarlo. Para Mariví, él es un inquilino más en casa e implora tener cuidado y no avalanzarse.