El temporal de nieve y lluvia y la posterior y acusada bajada de temperaturas que ha sufrido media España han causado molestias a la circulación, al comercio y a muchas otras actividades. La gente del campo evidentemente, no ha sido ajena a este fenómeno y, aunque quizá estén más acostumbrados a mirar al cielo sabiendo que en buena parte dependen de él, esta vez las consecuencias han sido, en algunos casos, poco habituales.
Lo cierto es que el panorama es bastante desigual y mientras que se ha producido destrozos importantes en algunas zonas, en otras la nieve no ha llegado a hacer acto de presencia o si lo ha hecho ha sido incluso beneficiosa. Según la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) ha habido daños por rotura de ramas en cultivos leñosos como el olivar, hundimiento de invernaderos o naves ganaderas por el peso de la nieve o situaciones de aislamiento en determinadas explotaciones de ganado en extensivo, con el peligro que eso puede conllevar por falta de alimento para los animales y el sobrecoste para el ganadero ante la ausencia de pastos hasta que la nieve se retire.
Aún está por ver el efecto de las fuertes heladas que han seguido al temporal de nieve y agua y desde UPA reconocen que es pronto para hacer un balance afinado, pero anuncian que lucharán para que el Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas no abandonen a su suerte a los productores afectados.
La organización agraria también ha destacado el papel de miles de agricultores que se han subido a sus tractores y han limpiado las calles y carreteras de sus pueblos: «La UME de los pueblos, dicen algunos. Nuestro papel esencial sigue poniéndose de manifiesto día tras día», han concluido.
Por territorios, en Castilla y León los ganaderos son los más afectados puesto que están más presentes en zonas de montaña y de sierra, que es donde más ha castigado el temporal. «Muchos han tenido problemas para acceder a sus naves y cuidar a sus animales», han explicado desde UPA en esta región. En este sentido, algunos productores lácteos estaban especialmente preocupados por la recogida de su producto ya que era imposible que los camiones cisterna circulasen por sus zonas. Además, el hielo «podría dañar las parcelas tardías de colza y al sector hortofrutícola», han explicado desde la organización. Sin embargo también han reconocido que Filomena es una buena noticia para los pastos de montaña y los embalses y el regadío que vive de ellos.
Por su parte, desde ASAJA Castilla y León no han advertido grandes problemas. Abrevaderos helados, acceso dificultoso al ganado y poco más. Según comentan, los ganaderos de las zonas de sierra de esta comunidad están más acostumbrados a convivir con grandes nevadas que en otras áreas del país en las que ha sido una completa novedad.
En Castilla-La Mancha, UPA advierte de los daños producidos en cultivos como el olivar, en el que se han roto ramas por el peso de la nieve. En ganadería, se han producido daños en instalaciones como el derrumbamiento de tejados que podría haber ocasionado la muerte de animales. También hay explotaciones que han visto interrumpido su suministro eléctrico, por lo que el ganado podría haber quedado sin comida o calefacción. En esta comunidad, con el ciclo vegetativo de sus cultivos adelantado frente a otras como Castilla y León, lo que más preocupa ahora son los posibles efectos de las heladas en las yemas de unas viñas que pueden haber comenzado ya su desarrollo para la próxima vendimia.
ASAJA en esta región incide especialmente en las repercusiones en la ganadería extensiva por la imposibilidad de acceder a los pastos que hace obligatoria la alimentación a base de pienso, con el consiguiente perjuicio económico para los ganaderos. En un principio preocupaba sobre todo el acceso a las naves para poder proporcionar una primera atención a los animales, aunque gracias al trabajo de Administraciones y a la colaboración de decenas de agricultores en la limpieza de caminos y carreteras muchos ganaderos pudieron llegar a las naves y alimentar a sus reses. Pero ahora inquietan las heladas, que dificultarán el deshielo y mantendrán los pastos ocultos. Además, los ganaderos han mostrado su preocupación ante los posibles efectos que las bajas temperaturas van a tener sobre pastos y hierbas de invierno. ASAJA también menciona el derrumbe de naves ganaderas y agrícolas bajo el peso de la fuerte nevada.
Ante estas circunstancias, la organización agraria está estudiando posibles medidas para paliar esta situación que agrava la crisis de un sector ganadero muy afectado ya por las consecuencias de la pandemia. Además, ha alertado sobre el riesgo de desaparición de la ganadería extensiva que cada vez encuentra más dificultades para su supervivencia y ha pedido por ello la adopción de medidas urgentes que la salvaguarden, y con ella el beneficio medioambiental y la cantidad de puestos de trabajos que genera.
En La Rioja, por su parte, el temporal azotó con menos fuerza. Desde ASAJA en esa comunidad también destacan los efectos que ha tenido en la ganadería extensiva, con la desaparición de los pastos y la necesidad de proporcionar alimento extra. En cuanto a los viñedos, las heladas van a retrasar la poda para evitar posibles daños a las yemas. Y el sector hortofrutícola, la recogida del cardo, el brócoli o el repollo, ahora en plena campaña, se ha paralizado a la espera de comprobar los efectos que puedan tener las bajas temperaturas que se esperan hasta este viernes.
Preocupa también, aunque para más adelante, un posible deshielo brusco que pueda hacer crecer el caudal del Ebro hasta el desbordamiento y provocar daños en las explotaciones, tanto agrícolas como ganaderas. Ha caído mucha nieve en la parte alta de la cuenca de este río y una subida brusca de las temperaturas podría ser desastrosa, aunque no parece que vaya a producirse en la próximas fechas.
El seguro agrario cubre los daños.
Agroseguro recuerda que los destrozos provocados en el campo por el paso de la borrasca Filomena están cubiertos por el seguro agrario. Los daños ocasionados por este tipo de fenómenos meteorológicos están contemplados en el sistema español de Seguros Agrarios Combinados. En concreto, los siniestros provocados por nevada y viento están recogidos en todas las líneas de seguro agrario y, en el caso de las heladas -una opción asegurable para los agricultores-, se pueden cubrir los daños que sufran tanto las cosechas como los árboles. Además, el seguro también ofrece la posibilidad de asegurar y proteger las instalaciones y mallas ante los daños que pueden provocar las fuertes tormentas. Adicionalmente, los daños sufridos por el ganado a consecuencia de las bajas temperaturas (hipotermia) o por derrumbe de las instalaciones también se encuentran incluidos dentro de las coberturas del seguro agrario.