Osasuna refuerza su juego aéreo con Raúl García de Haro

Navarra Televisión
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Compañeros como Moi Gómez, Chimy Ávila o Moncayola, habituales lanzadores de faltas y saques de esquina, ya se frotan las manos al ver que su equipo tendrá en el aire una de las principales bazas a la hora de buscar el gol.

Archivo: Osasuna ficha al delantero exbético, Raúl García de Haro - Foto: Europa Press

Osasuna apuntala su juego aéreo con la llegada de Raúl García de Haro, futbolista de 191 centímetros que dotará de más altura a un equipo que ya cuenta con un potencial por arriba muy notable. El jugador, ha lanzado un mensaje en las redes para todos los rojillos donde ha dejado claras sus ganas de pisar El Sadar.

El juego por alto del conjunto navarro ganó ayer un nuevo socio con el fichaje del delantero bético hasta 2028, con el que los de Tajonar hacen una apuesta a futuro por un futbolista de 22 años que el pasado curso alcanzó las 19 dianas y 7 asistencias en su cesión en el Mirandés.

Fichaje de Raúl GarcíaFichaje de Raúl García - Foto: Club Atlético OsasunaJagoba Arrasate ha demostrado en varias ocasiones su tendencia a volcar el juego por las bandas para acabar poniendo centros para sus delanteros. Por ello, la estatura de García reforzará esta opción, siendo cierto que el barcelonés maneja con gran habilidad las dos piernas.

Actualmente, Catena, con 1,94 metros, es el jugador más prominente de la plantilla. Sergio Herrera (1,92 m), Raúl García (1,91 m) y Ante Budimir (1,90 m) son los siguientes en la lista. Por debajo están Lucas Torró (1,88 m), Kike García (1,86 m) y el capitán David García, con 185 centímetros.

Compañeros como Moi Gómez, Chimy Ávila o Moncayola, habituales lanzadores de faltas y saques de esquina, ya se frotan las manos al ver que su equipo tendrá en el aire una de las principales bazas a la hora de buscar el gol.

Osasuna llegó a los 37 goles a favor el anterior año, de los cuales 11 fueron de cabeza. Budimir, logró cuatro de ellos, al igual que Chimy Ávila, un jugador que posee un potente salto para sorprender a sus rivales. Además, David García se consolidó como un auténtico muro cada vez que sus oponentes probaban a jugar por alto.