Triunfo de los Hermoso de Mendoza en la feria de Fallas

Navarra Televisión
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El rejoneador navarro Guillermo Hermoso de Mendoza salió a hombros este domingo en Valencia. Su padre, Pablo Hermoso, también se llevó un trofeo en una corrida que suponía su vuelta a las Fallas después de 23 años.

El rejoneador navarro Guillermo Hermoso de Mendoza, junto con la rejoneadora francesa Lea Vicens, salieron a hombros, tras faenas de muy distintos méritos, al final de la matinal de rejones de la feria de Fallas celebrada este domingo en Valencia.

Los de la francesa fueron escasos, pero muy benévolamente premiados por el público y una presidencia que, sin mucho criterio, acabó concediendo las dos orejas, una de cada toro, que le sirvieron para acompañar a Hermoso por la puerta grande.

Pero, tanto con su primero como con su segundo, la amazona volvió a emplearse con tanta voluntad como irregularidad a la hora de clavar los hierros, casi siempre con escaso ajuste en los embroques y muy poca puntería para reunir los arpones.

Guillermo Hermoso de Mendoza imagen de archivoGuillermo Hermoso de Mendoza imagen de archivo - Foto: ARCHIVO

Además, a ese segundo de la tarde, el de galope más enclasado de la corrida de Bohórquez, Vicens lo mató de dos rejonazos muy contrarios, uno de ellos prácticamente en la barriga del animal, que de por sí habrían sido motivo suficiente para negarle el primer trofeo.

En realidad, el nivel de concesión de orejas en los rejones fue tan poco exigente como en todo el fin de semana fallero, aunque al menos Guillermo Hermoso marcó las diferencias de valor entre unas y otras, al llevarse tres en esta matinal.

La primera, también muy "festivo", se la llevó de un tercer toro que se apagó pronto, pero con el que aún tuvo tiempo de bordar la "hermosina" de la casa, llevándolo hilado y pasándole la grupa de Berlín de un pitón a otro.

Más redonda fue su labor con el sexto, el Murube con más transmisión y raza y al que el continuador de la saga navarra clavó banderillas en tres apuradas y limpias batidas, y apuró en un emotivo final con rosas y un par a dos manos, con las palmas confundiéndose con el estruendo de la última mascletá de las fiestas. Las dos orejas que paseó hicieron justicia.

Su padre, Pablo Hermoso, también se llevó un trofeo en una corrida que suponía su vuelta a las Fallas después de 23 años, ya que desde entonces el de Estella cerraba por estas fechas su temporada mexicana.

Apenas pudo lucir con el que abrió corrida, al que castigó en exceso con dos rejones que aplomaron pronto al animal, pero sí que dejó huella de maestría con el cuarto, dejando la cima de la mañana al clavar banderillas con gran pureza sobre Basajaún, una novedad de su cuadra con el nombre del dios de los bosques de la mitología navarra.

Finalmente, y a tenor de lo visto y lo premiado, puede que lo más injusto de la matinal es que Pablo Hermoso tuviera que salir de la plaza por su propio pie.

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FICHA DEL FESTEJO:

Seis toros de Fermín Bohórquez, despuntados para rejones y pobres de cabezas, dispares de volúmenes y hechuras. En conjunto, tuvieron nobleza y clase en su forma de galopar, pero casi todos se desfondaron pronto por falta de raza o de fuerzas.

Pablo Hermoso de Mendoza, con casaca tórtola y azabache: dos pinchazos y dos rejonazos trajeros (silencio); rejonazo trasero (oreja con petición de la segunda).

Lea Vicens, con chaquetilla negra y azabache: rejonazo contrario muy bajo y rejonazo contrario trasero (oreja); rejonazo trasero (oreja).

Guillermo Hermoso de Mendoza, con chaquetilla azul marino: pinchazo y medio rejonazo contrario (oreja); rejonazo arriba y descabello (dos orejas).

Lea Vicens y Guillermo Hermoso salieron a hombros.

Octavo festejo de la feria de Fallas, en horario matinal, con dos tercios del aforo cubiertos (unos 6.500 espectadores).