El BOE ha publicado esta semana un real decreto, aprobado recientemente en Consejo de Ministros, que actualiza la normativa ya existente y crea algunas nuevas herramientas con el fin de mejorar el bienestar animal en las granjas y facilitar los controles oficiales que llevan a cabo las autoridades competentes. En el texto se prevé la creación formal de la mesa de coordinación sobre bienestar y protección de los animales y se establece la existencia de un centro nacional de referencia para el ámbito ganadero y acuícola, para el que ha sido designado el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Cataluña.
Además, se modifican las normas mínimas para la protección de cerdos con el fin de mejorar las condiciones de las granjas y el manejo de los animales, para lo que se establecen requisitos más específicos que los actuales, adaptados al actual conocimiento científico. La norma también establece nuevos valores en lo relativo a la densidad máxima de animales y nuevas condiciones respecto al agua, los comederos, o las condiciones ambientales. También se regula sobre la disponibilidad de material manipulable para los animales con el fin de disminuir la necesidad de cortar la cola a los cerdos. Las granjas ya existentes dispondrán de dos años para realizar las adaptaciones necesarias.
Asimismo, se extiende la obligación de disponer de un plan de bienestar animal a todas las explotaciones a partir de cierto tamaño, requisito que ya existía en porcino intensivo y avicultura; las explotaciones tendrán un periodo de cuatro años para adaptarse.
También se modifican todos los reales decretos sobre protección de animales en las granjas (el relativo a condiciones generales y los de cría de terneros, gallinas ponedoras, cerdos y pollos de carne) a fin de adecuarlos a la normativa comunitaria en aspectos formales, como los relativos a los informes de los resultados de los controles y otros aspectos técnicos administrativos.