Septiembre fue un mes castastrófico para los pantanos, ocho meses después siguen sin recuperarse. La falta de lluvias se sigue notando en Navarra, la prueba está en la capacidad del agua embalsada. Lejos del 'abril aguas, mil' las lenguas de tierra van ganando terreno.

Los que más preocupan actualmente son los embalses de Alloz y el de Yesa. Este último evoluciona además a la baja. El embalse actualmente se encuentra con unas reservas del 58% de llenado, muy lejos del 85% del año pasado.

En septiembre, Yesa llegaba a mínimos históricos con un 12% de volumen. Aún así, era en enero cuando el embalse de Yesa estaba a un 40% llegando a día de hoy a rozar el 60%.

Panorama desolador en el embalse de Alloz que está al 47%

Otro panorama desolador es el que hay en Alloz, el embalse está al 47% de su capacidad, a día de hoy, este es el más bajo de Navarra.

El embalse de Eugui roza el 90% y va en aumento, al igual que el de Itoiz, al 68%, y el embalse de Irabia, en la Selva de Irati, con más de un 75% de capacidad. 

En Navarra, 2022 fue el año más seco de los últimos 60 años. A pesar de que las precipitaciones registradas en la Comarca de Pamplona han sido las normales durante el otoño y el invierno, en el norte de Navarra se han producido escasas precepciones.

Panorama desolador en el embalse de Alloz que está al 47%

La situación impresiona a vista de pájaro y también sobre el terreno. Inmensas lenguas de tierra van ganando poco a poco territorio al agua que resiste en una zona castigada por la falta de precipitaciones. La ciudadanía sigue mirando al cielo esperando una lluvia que devuelva todo su esplendor a los embalses navarros.