Ni el frío, ni la lluvia, ni las nubes grises han quitado el color a las calles de Leitza. Como cada año sus vecinos han salido a la calle. Vecinos, forasteros, animales, samuráis, desollinadores y varias Mary Poppins, una mesa de billar gigante con bolas humanas, estrellas musicales... y todo tipo de personajes. Las carrozas de las cuadrillas, cada una con su motivo, han animado la localidad en un desfile con numeroso público que partía a las 12:00 a pesar de la lluvia. Agua, que nada más comenzar el desfile dejaba de caer dando una tregua de casi una hora.

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Y es que en Leiza, como cada cuarto domingo de enero, hasta los balcones de las casas, adornados con globos y telas de colores gritan que el carnaval ha llegado. Carnaval que se extienede hasta el martes.